domingo, 6 de junio de 2010

La encuesta



Bastante gente anda preguntándose si la encuesta que publicó el periódico El Mundo es verosímil. En varias ocasiones he dicho que una encuesta electoral es un entretenimiento para la prensa y los políticos, en la medida en que intenta calibrar un fenómeno que no se está produciendo. Los ciudadanos hoy no están en la tesitura de tener que ir a votar, luego se utiliza un instrumento para medir algo que como tal no existe. Pero es verdad que a través de los sondeos se capta un estado de ánimo que puede devenir en una decisión de voto. Desde aquí es desde donde podemos interpretar esos datos.

En los últimos meses se han realizado varias encuestas en Navarra. La que ha hecho El Mundo ha preguntado a varios cientos de personas por su posible voto en unas elecciones forales. Es una manipulación para lerdos decir, como afirmaba Miguel Sanz, que en realidad es una encuesta hecha con carácter nacional y posteriormente extrapolada a lo regional. Gustará más o menos su calidad muestral, pero la encuesta se hizo en Navarra y sobre Navarra.

Los datos que ofrece no son especialmente llamativos en lo referido a NaBai y al PSN. De hecho, coinciden plenamente con los que se han registrado en otros sondeos recientes. El PSN baja indefectiblemente, y drena sus votos directamente a IU, que apunta cierta subida. Los 11-12 que les daba El Mundo suponen mantenerse a duras penas en el suelo electoral en el que los socialistas llevan instalados un tiempo. NaBai –también lo señalan otros estudios- comienza a acusar una cierta fatiga, y ha quebrado una línea de ascenso constante. Su factor de novedad política empieza a estar amortizado. Son, por tanto, verosímiles los datos en esta parte de lo publicado.

¿Y en lo relativo a PP y UPN? No tenemos que pensar lo contrario, a tenor de la consistencia de lo anterior. La posibilidad de que el reordenamiento en el espectro del centro-derecha se haga casi de manera paritaria no es ninguna tontería. Al contrario, el PP sube apoyado en su coherencia, y UPN anda sumido en sus propias contradicciones y miserias. Aunque a estos últimos alguien les haya contado que “con cien comités locales nos mantendremos siempre muy por encima del PP”. También en el Titanic creían algo parecido. De manera que la encuesta es una fotografía perfectamente plausible de un estado actual de la opinión pública navarra. Ante esa perspectiva, temamos lo peor quienes militamos en el PPN. Son tantos los intereses en juego, que unos cuantos ya nos han puesto en la preferencia de sus objetivos cinegéticos. Eso sí, está claro que somos pieza de caza mayor.

Y al hilo del debate del estado de la ciudad de la semana pasada, tres apuntes.

Mal gusto. El de Yolanda Barcina cuando se refirió a la intervención de Cristina Sanz manifestando que “parece que estoy escuchando a su cuñado”. Pudo decir “el presidente de su partido en Navarra”, pero dijo “su cuñado”. Asume Barcina las mismas actitudes tóxicas que Miguel Sanz empleó cuando Cristina se afilió al PP: el ataque personal que denota la incapacidad de expresarse de ninguna otra manera. Una cosa más, tal vez la última que quedaba, en la que se nota lo unidos que están a pesar del espectáculo novelesco con el que nos deleitan desde hace 10 días.

Principios y valores. Cuando Cristina Sanz se marchó al PP, dolió que dijera que lo hacía por mantener unos principios y valores. Dolió en UPN, según se quiso hacer ver, y montaron todo un akelarre a cuenta de aquello. El tiempo pone cada cosa en su sitio. Por ejemplo, un valor en la política es la coherencia. Valórese qué coherencia tiene decir que Zapatero es el peor presidente de la democracia y darle el voto para que siga siéndolo. O decir que se está contra el aborto y votar “no” a la eliminación del ministerio de Igualdad, la estructura política creada para promoverlo.

Los que mienten. Vi la entrevista de José Iribas en Canal 4 el día del debate. Conocí hace años a otro Iribas, algo más coherente y con cierta frescura dialéctica y actitudinal. Ha perdido ambas cosas. Ahora representa muy bien a esa gran masa de gente que traga carros y carretas ya sabemos por qué pecuniaria razón, aunque sus fundamentos morales parezcan ser otros. Me resultó triste verle mentir en la tele. Dijo que el PP estuvo a punto de abstenerse en lo del tijeretazo porque recibió llamadas de Merkel y Sarkozy. Estupidez parecida a la que viene diciendo el jefe de su partido (el jefe, digo, no la supuesta jefa), aludiendo a “información fiable obtenida en el mundillo financiero”. Con semejante información no es extraño que lo hagan tan mal. Debieran enterarse que el PP votó en contra porque somos consecuentes cuando decimos que el mayor problema de la economía española es Zapatero, y porque no estamos dispuestos a que se reduzcan las pensiones. La única llamada de Merkel a Rajoy fue para decirle que hiciera lo que mejor conviniera a España. El resto es otra película más que nos cuentan quienes no tienen ni el coraje, ni la coherencia, ni las razones para explicarnos por qué ellos hicieron lo que hicieron.

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