domingo, 30 de mayo de 2010

Doble chantaje


El mes pasado se hizo en Navarra una encuesta electoral suficientemente fiable que valoró la intención de voto en unas hipotéticas elecciones generales. Las entrevistas se realizaron antes de que el Gobierno de Zapatero anunciara el tijeretazo, como coloquialmente se viene denominando al mayor y más injusto recorte social de nuestra democracia. El resultado indicó que el partido más votado sería el PP, por encima del 30%, seguido del PSOE con un 28% (bajando 6 desde las anteriores), y NaBai que se mantiene en lo que sacó en 2008. UPN sería la cuarta fuerza, perdería el senador y muy probablemente también el diputado. Otros sondeos distintos a este han confirmado el desmoronamiento de los regionalistas: así lo afirmaba el barómetro Cope (que en febrero les otorgaba escaño y en mayo ya no) o el que publica este domingo el periódico El Mundo. Y sea mediante encuestas o simplemente atendiendo al estado de opinión que se palpa en la calle, la cuestión se presenta obvia. Tan obvia, que es dramáticamente ponderada en la sede regionalista.

Traigo a colación lo de la encuesta porque es un elemento que permite explicar una parte de lo ocurrido esta semana pasada, en la que UPN ha permitido que Zapatero siga siendo presidente del Gobierno. No es la única razón de todo lo que hay detrás del voto de Carlos Salvador, pero sí de una parte importante, mucho más allá del vodevil por capítulos que ahora nos quieren contar. UPN sabe que si hay elecciones generales antes de las elecciones forales su futuro será el del desastre. Unas generales en las que van a ser la cuarta fuerza, en las que van a perder representación, y en las que van a encarnar el rostro de la derrota es el peor preámbulo posible para unas elecciones en Navarra. Llegada la cita del 22 de mayo, UPN se presentaría como un partido en declive, a la deriva. Igual que CiU no podía dejar caer a Zapatero porque necesitan ganar primero las catalanas, UPN ha puesto por delante su interés más puramente partidario que el futuro de España. Igual que los nacionalista sólo piensan en su huerta, los napartarras sólo entienden de su conveniencia inmediata. Y si España se desmorona, Zapatero es un cadáver andante y el gobierno está desaparecido en el peor momento económico desde la guerra civil, no es tanto problema como que UPN mantenga algunos escaños más en los que colocar a su gente.

Lo que ha llegado después es cómo nos han contado la novela del proceso de decisión de ese disputado voto. Una mala novela, de las que se sólo se venderían sobadas en el rastro si no fuera por el pábulo que quieren darle los que amparan incondicionalmente el modelo político UPSN, para el que creen necesaria a Barcina.

En UPN se quejaban hace años de que eran malos haciendo márketing, y a fe que se han esforzado en mejorar. La estrategia consiste en poner en circulación tópicos que se van repitiendo y acaban siendo adquiridos por ingenuos. En este episodio, uno de ellos ha sido decir que “Zapatero es el peor presidente de la democracia” (según Barcina), como vacuna ante la decisión que ella misma tomó... ¡de mantener en el poder al “peor presidente de la democracia”! Lo que se ha querido ocultar es que la UPN presidida por Barcina ha aprobado durante este año pasado cosas como el techo de gasto presupuestario (8 de julio), la subida de impuestos (25 de junio) o la financiación autonómica (12 de diciembre), mientras ha facilitado con su abstención la aprobación de los presupuestos del Estado (21 de octubre) o ha votado en contra de la eliminación del ministerio de Igualdad (28 de octubre). Es decir, que en los momentos en los que lo necesitaba, el peor presidente de España ha contado de manera fiel con el voto de la UPN de Barcina, un voto, por ciento, más adepto al zapaterismo que el de ERC o IU.

Luego llegó Sanz. Siempre en su estilo. El que dice que no asiste a los comités de su partido para no interferir, y que cuando hay que adoptar una decisión de este calado convoca una cumbre en su despacho de Palacio. Sanz vuelve a comportarse como un cacique. Lo que hizo en el año 2008 al intentar estafar la voluntad de los votantes a base de quererse quedar para su mera conveniencia con el voto de “mis diputados” le hubiera supuesto el final inmediato a su carrera política en cualquier otra latitud. Pero aquí no, aquí se le consiente. Y como se le consiente, persevera. Al final, según se nos cuenta en la novela de baratillo, llegó a plantear su dimisión con tal de que UPN volviera a ser el felpudo del PSOE. Y dice Sanz que ello hubiera evitado que “España se fuera por el desagüe”. Osea, que justamente quien lo va a evitar es Zapatero con el apoyo del estadista Sanz. Lástima que la falta de criterio político de Barcina no nos haya deparado un “dos por uno”. Estoy convencido de que el tiempo va a demostrar razones enormemente concretas por las que Sanz prefiere morir con los socialistas que mantener la poca dignidad que le quede.

La historia de lo sucedido, según se narra, ofrece alguna reflexión más. Pienso en Carlos Salvador, un buen tipo al que estoy seguro de que van a dejar tirado sus actuales compañeros a pesar de que ha hecho de la obediencia su principal rasgo de comportamiento en esta etapa en la que le toca apretar el botón de su escaño. Lo sentiré por él, igual que siento que se enterara por un diario digital, en la tarde del miércoles, del sentido de su voto. Y la otra reflexión es sobre Yolanda Barcina, a la que siempre tendré respeto personal porque al menos es una mujer educada. Yolanda fue la que dijo en el Comité de su partido que “no hace falta que definamos nuestro voto antes de que lo hagan los demás” (¡justo lo que hipócritamente achacan al PP!), e ingenuamente asumió tomar ella la decisión postrera. Si nos creemos lo publicado hay que deducir que ha sufrido dos chantajes, el de Blanco - Jiménez por una parte y el de Sanz por otra, aunque en el fondo son la misma cosa. Pero además, ese trío calavera de los Sanz, Adanero y Catalán (consejero, no hotelero) que la acorralan en el despacho del primero le están condenado definitivamente. Hacen de ella una marioneta, un ser político al que pretenden situar en la sensibilidad más cercana al PP, cuando en ese espacio ya hay un partido que representa las ideas con más nitidez y solvencia que ella. Barcina quisiera que su desempeño fuera el camino por un jardín de flores, pero acaba de demostrar dos cosas que le van a resultar letales. Una, que ella y sólo ella es quien tenía que tomar la decisión, y tomó la decisión que tomó. Ella ha mantenido a Zapatero, ha reducido las pensiones, ha expropiado a los ayuntamientos la financiación y ha bajado el sueldo a los funcionarios. Y dos, que es incapaz de gobernar su partido, la maraña de intereses inconfesables que ahí se citan, y es ridículo que así quiera gobernar Navarra.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Intervención 18.05.10 sobre Ley de Libertad Religiosa

Comentario de urgencia sobre el #twittdebate



Había mucha expectación con el #twittdebate. Me alegro, porque ha sido una experiencia que afortunadamente no ha surgido de ningún gabinete de comunicación, ni de ninguna estrategia de marketing político. Como ya se ha contado, todo nace de una idea compartida entre @rafa_aguilera y @guzmangarmendia que propusieron usar Twitter para contrastar opiniones políticas, aunque relacionadas con la propia Red. Tanto @robertojimenza como yo mismo tenemos a ambos entre nuestros contactos tuiteros, con lo que la iniciativa cuajó de inmediato.

En ningún momento lo he planteado como un duelo. Cuando @ignaciomurillo informó del tema en @diariodenavarra algunos me instaban a “dar caña”, como si esto fuera el debate televisado final de una campaña electoral reñida. Pero afortunadamente no lo es. Estamos en el entorno 2.0, lo que implica una actitud. Una actitud de escucha, receptividad y moderación. De manera que no hemos debatido esta mañana para ganar al contrario, sino para aprender de él. Yo al menos lo he hecho. Gracias, Roberto, y gracias también a la inmanente María Chivite, a la que cada vez se ve más en esta aparte del mundo. Yo he tenido la enorme suerte de recibir la ayuda de Teresa Uranga, Ana Lorenzo, Eloy Villanueva y el apoyo remoto de otra muy buena gente, como Ixone. También de ellos se aprenden cosas cada día.

Lo que hemos hecho es una beta. Una prueba. Explorar un canal, una modalidad de comunicación que tiene enormes utilidades para la política. Lo he dicho y lo repito: no uso Twitter para evangelizar al mundo, sino porque quiero vivir en él lo más intensamente posible. No lo uso para meter “chapas” políticas, sino para compartir una parte de mi vida con las vidas de los demás. Hablo de política y de otras muchas cosas. Y así creo que hay que entender este modelo de relación. Aborrezco que se usen “negros” o que se use unidireccionalmente. Hoy lo hemos demostrado.

Comentario técnico: hice el debate desde una Blackberry, con la aplicación original de RIM. Hubiera sido más cómodo y seguro hacerlo delante de un ordenador. Pero para mi Twitter es movilidad. De manera que quise participar en el Twittdebate en las mismas condiciones en las que habitualmente me encuentro con el timeline. Creo que no ha salido mal, aunque ahora deba cambiarme de camisa por aquello del sudor del momento.

Una reflexión más. No sólo me agrada tener audiencia y muchos followers. Me gusta conocer por Twitter a muchos emprendedores, que son los que van a tener que sacar a España del pollo en el que estamos metidos. Escuchando las opiniones de muchos de ellos es como encuentro la esperanza de que los problemas de este país tengan arreglo, más allá de lo que podamos aportar desde la política. Así lo siento, así lo digo. Twitter es libertad, y la libertad es lo que nos permite vivir mejor y resolver los problemas.

Hasta otra.

martes, 11 de mayo de 2010

Qué es frivolidad, qué es engaño

En otras ocasiones he escrito sobre el sentido que Miguel Sanz le dio a la ruptura del pacto entre UPN y el PP. Ni voy a repetir ahora determinadas cosas ni pienso desvelar conversaciones e informaciones privadas que en aquel entonces, otoño del 2008, mostraban el sentido real de la traición. Pero sí debo recordar ahora que la intención manifiesta fue lograr aquel famoso “pacto para 50 años” que consistía en guisar una decrépita alternancia imperecedera entre socialistas y regionalistas. Pero había algo más. Recuerdo que cuando en aquel mes de octubre el PSOE decidió facilitar la aprobación de los presupuestos de todas las administraciones españolas “para dar estabilidad en tiempos de crisis”, y en la medida de que ello desmotaba el falaz argumento de Sanz de “necesito que se puedan aprobar los presupuestos en Navarra”, lo que se dijo a continuación fue que “la gobernabilidad es mucho más que aprobar unos presupuestos”. Y se puso como ejemplo la Ley del Vascuence, el espantajo que siempre se agita en estos casos. Lo que venía a decirse es que se necesitaba tener a un PSN suficientemente domeñado y atado en sus impulsos de echarse al monte con NaBai e IU. Y para eso era preciso que el sanzismo diera puerta al PP. Todavía entonces algunos se preguntaban si la jugada era propia de un estadista o un trilero. Hoy la respuesta se hace obvia.

Año y medio después, ya vemos en qué ha quedado lo de la gobernabilidad, lo del pacto para 50 años, lo de la domesticación de los socialistas a cambio de la indignidad de UPN. La Ley del Vascuence se ha modificado, y punto. Y ahora el PSN presenta su propia ley foral del aborto, con el exclusivo propósito de restregar a la sociedad navarra que el zapaterismo bibianesco también debe imperar por aquí, aunque sea a base de contratar brigadas aborteras que realicen las succiones dentro del territorio foral. Porque de eso se trata, no de otra cosa. El bodrio presentado como proposición de ley apenas dice algo más, salvando la petulancia de su redacción (“derechos de las mujeres navarras”) y que incluso los párrafos tienen las comas mal puestas.

Quedaba por ver la reacción de Sanz, y ya la hemos visto. Acusa al PPN de "frivolidad" por plantear si este escenario no es razón para que UPN reconsidere su relación con los socialistas. Pero nada ha reprochado directamente a los proponentes de la infamia, porque para eso le tienen allá donde está. Lo que han hecho “no es ninguna deslealtad”, afirma Sanz, seguramente porque sólo sabe entender por leal lo que a él se refiere, no lo que tenga que ver con la sociedad a la que se supone la política debe servir.

Ese es el modo de actuar del miembro más destacado de un partido que dice que tiene “principios y valores”. Insoportable. Seguramente tan insoportable como el silencio de algunos de sus conmilitones, de esos que se afectan tanto en cuestiones lindantes con la moralidad, y a los que cabría encajar en aquella aserción evangélica de “a los tibios les vomitaré de mi boca”. A salvo de discrepancias, pues, compruébese que cuando se dijo “gobernabilidad” se quería decir “socorros mutuos”, y que cuando se dijo “un pacto para 50 años” se quiso decir “a ver si seguimos 50 años con la cuchipanda, y a los navarros que les vayan dando”.

No es lo único que adorna el momento argumental de Sanz. Ahora dice que Zapatero debe tomar medidas económicas de manera urgente aunque sean dolorosas. Lo dice quien hizo que el voto del diputado de UPN fuera decisivo para aprobar la financiación autonómica que reclamaban el PSC y ERC, 12.000 millones del ala. Lo dice quien hace cinco meses firmó con el PSN el Presupuesto de Navarra para 2010 con un aumento del 2,5%, a pesar de que para entonces los firmantes eran perfectamente conscientes del brutal descuadre que estaban sufriendo las cuentas públicas de Navarra, con un déficit reconocido de 151 millones añadidos a los casi 300 millones de nueva deuda acumulados durante 2009. Engaña Sanz cuando dice que "en esa tesitura ha estado el Gobierno de Navarra desde el primer momento", o que las iniciativas consensuadas con el PSN para la restricción del gasto público se tomaron "desde el momento en que se detectó la crisis en Navarra". Aunque lo peor, de nuevo, no es el mero engaño y el rostro de cemento con el que se dicen tales cosas. Lo peor es la actitud pastueña, tan habitual en la opinión pública navarra, de quienes se quieren dejar engañar.

lunes, 10 de mayo de 2010

Entrevista que me hacen en www.voota.es

Santiago Cervera es joven todavía pero su carrera en la política ha sido meteórica. Pamplonés, médico como su padre y su abuelo, comenzó su carrera política en UPN. Fue jovencísimo concejal en la capital navarra, candidato a la Alcaldía, senador y finalmente diputado por UPN integrado en el Grupo Popular del Congreso.

Sin embargo, cuando el presidente de su partido, Miguel Sanz, decidió apoyar los Presupuestos de 2009 y ordenó a sus diputados que se abstuvieran, desobedeció y votó en contra junto con el resto de diputados populares.

Lejos de significar el fin de su carrera política, Cervera dejó UPN y se unió al incipiente Partido Popular Navarro del que se convirtió en presidente a finales del año pasado.

Se mueve como pez en el agua en Internet hasta el punto de bajar a la arena política en la Red para defenderse cuando es necesario. Además, será uno de los protagonistas del primer debate entre políticos en Twitter que se celebrará dentro de unos días.

De Internet, de política, y también de Voota, le hemos preguntado y de antemano le agradecemos su disposición a ser entrevistado.

- Eres una persona activa en la Red, cuando te pones el traje de político, ¿cómo usas Internet y sus herramientas?

El uso principal es en movilidad. Creo que el mayor cambio de los últimos años es la integración de la Red en los dispositivos móviles. Primero llegó el correo, después la navegación básica y ahora las redes sociales, y pronto llegará la integración multimedia completa. Lo que me gusta es la ubicuidad de Internet allá donde vas. No se puede decir que yo use Internet para la política. En realidad, vivo con Internet. A través de la red me expreso y atiendo a las expresiones de los demás, y en ello no separo la faceta política de la personal.

- ¿Qué es para ti la Política 2.0, cómo influyen Internet y las Nuevas Tecnologías en la democracia, en qué medidas se concreta desde tu partido?

Creo que hay elementos muy interesantes en eso que se llama Política 2.0. Te cito tres principales. Uno, facilitar la accesibilidad del político, que debe abrir canales por los que la sociedad le pueda hacer llegar cualquier propuesta o comentario. Dos, la posibilidad que ofrece de que cualquier ciudadano se convierta en prescriptor de información. De hecho, la primera fuente de información que utilizo actualmente es el timeline de Twitter. Y tres, que creo que facilita la moderación de la acción política: si sabes que te expresas ante una audiencia que aprecias y conoces directamente, debe imperar una mayor sensatez en lo que hagas o digas.

Creo que el PP es lider en el uso de las Nuevas Tecnología (a mi no me gusta llamarlas nuevas, ya no lo son tanto…), y eso se justifica por una razón: somos el partido de la libertad, e Internet es libertad.

- En unos días celebráis un debate en Twitter. ¿Qué te parece este tipo de iniciativas? ¿Qué esperas del debate?

La iniciativa ha surgido de manera espontánea. Me gusta que no nazca del diseño de ningún gabiente de partido. Tanto Roberto Jiménez como yo mismo hemos aceptado incondicionalmente el reto y las normas que nos han marcado otros tuiteros. Por mi parte no me lo planteo como una “justa”, en la que deba existir un vencedor. No, creo que es una cosa diferente. Es política 2.0, y por tanto se trata de interactuar, hablar y escuchar. Al menos yo no me lo planteo como un debate para ver quien gana. Casi es más una experiencia “beta”, la primera en España. Ojalá vaya bien y cunda.

- ¿Crees que los políticos tienen todavía un poco de miedo a la Red?

Yo defiendo que la Red es libertad, y sólo así hay que entenderla. Habrá quien no quiera usarla, y a mi me parece legítimo. Otros intentamos hacer de ella un elemento que enriquezca nuestro trabajo. Lo que personalmente me fastidia es que haya gente que no tenga ni idea de esto -no en lo tecnico, sino en el sentido social que tiene- y se dediquen a buscar un sitio en la red como quien busca un polideportivo para echar un mítin. Esos que habitualmente dicen “estoy en Internet para estar cerca de vosotros” son quienes no tienen ni idea de esto. Me repatea que se usen “negros” para nutrir blogs o actualizar perfiles. Creo que aquí hay que ser genuino, con los pros y los contras que eso supone.

- La Red está en armas por la ley Sinde y por todo lo que está ocurriendo en Francia (Hanopi) y UK (ley de tres avisos). ¿Qué alternativa ves al conflicto entre los detentores de la Propiedad Intelectual y aquellos que apuestan por otros modelos culturales?

Si hay que elegir entre los derechos fundamentales a las comunicaciones y los supuestos derechos de propiedad intelectual, obvio es que nos tenemos que quedar con lo primero. Por eso es inaceptable el planteamiento de Sinde y Zapatero en España, o las propuestas de otros países de limitar el acceso a la Red como supuesta solución contra las descargas ilegales. Creo firmemente que la industria audiovisual tiene que ser protegida, y los derechos de propiedad intelectual son el incentivo que retribuye la creación. Pero también es verdad que en general es una industria que no parece dispuesta a adaptarse a los nuevos modelos de negocio, a reiventarse. Como liberal, estoy persuadido de que la liberalización de los mercados no sólo mejora la eficiencia de los mismos, sino que crea nuevos mercados, nuevas oportunidades… Así que en este tema, como en otros muchos, hay que defender la libertad y repudiar los mercados cautivos y las posiciones de ventaja que algunos quieren perpetuar.

-¿Conoces Voota.es? ¿Cómo crees que una web que permite opinar sobre políticos y propuestas puede ayudar a animar a la participación política ciudadana?

Sí, lo conozco. Me lo recomendó un amigo tuitero. Me gusta la iniciativa, aunque creo que hay que recorrer todavía un trecho para hacer habitual este tipo de sistemas de control y participación social. A la política le falta lo que los sajones llaman “accountability”, rendición de cuentas. Defiendo y me gusta que la iniciativa social use la red para auditar cotidianamente el trabajo político. Y defiendo también los modelos “open data” de la administarción en general y la política en particular.