jueves, 30 de diciembre de 2010

Páginas como ronzales


Con la pendenciera frase “a mi quien me busca me encuentra” termina la paginita que me dedica Miguel Sanz en el libro que acaba de distribuir entre los afiliados de su partido. Hay quien me ha pedido que haga algún comentario, y aquí lo escribo.

Lo primero tal vez deba ser acusar recibo de la amenaza. Y pasar de ella, no sin antes entenderla en su debido contexto. Soy consciente de que Sanz es el complacido ariete de una estrategia de intimidación hacia el PP, que personaliza muy particularmente en mi. Piensa que es una manera de sembrar de sal este campo, para que no brote nada. Y en ello está, de manera obsesiva. Decidí hace tiempo no contestar a nada de lo que me dedicara. Incluso declaré públicamente, a principios de septiembre, que le ofrecía mis disculpas si en algo le había ofendido en el pasado. Pero es imposible requerir la elegancia en quien no la tiene. Durante el pasado día del partido de UPN, en su supuesto último discurso con tal motio, Sanz se dedicó de nuevo a insultarme, no hizo otra cosa mientras su parroquia apuraba jaleante el pacharán y el profiterol en el polideportivo de Cintruénigo. Cualquiera diría que estamos ante un visceral meritorio de la política, y no ante un gobernante al que le quedan seis meses en el despacho.

Lo del libro tiene algún elemento llamativo. Dicen que se trata de una tirada de 3000 ejemplares, distribuidos a los militantes. No se vende fuera de ese canal, que nadie lo busque en Amazon.com. La idea me recuerda la del Libro Rojo de Mao, de obligatoria lectura y tenencia para todos los adictos al Partido Comunista Chino. El propósito parece ser el mismo, bien reflejado por el autor cuando dice que está dispuesto a que se pase la página por él creada, pero no a que se arranque. Queda clara la intención: Barcina dispone ya de la biblia que deberá guiar su comportamiento posterior. Y que no se desvíe un ápice de la doctrina escrita y prensada.

Me achaca Sanz que le defraudé profundamente por no aceptar la determinación del Consejo Político de UPN de apoyar los presupuestos de Zapatero de 2009, como sí hizo Carlos Salvador con su abstención. Lo que no acaba de entender el todavía Presidente es que yo conseguí un escaño tras una campaña en la que repartíamos juntos un tríptico en el que ponía “UPN-PP” y salía una foto de Rajoy, no ponía “UPN-PSOE” ni salía una foto de Zapatero. La estafa que Sanz quiso perpetrar (y parcialmente ejecutó mediante el transfuguismo de mi apreciado Carlos) es uno de esos escándalos de los que todavía se debería estar hablando en Navarra si no fuera por la escasa vitalidad y coherencia del régimen de opinión pública que está instalado. Ya sabemos lo que consiguió Sanz con ese planificado tocomocho: garantizar su tranquilidad (que no es sólo su sillón) a cambio de prostituirse en el Parlamento español hasta el límite de salvar de la dimisión a Zapatero tras vergonzosas votaciones como la del 27 de mayo, en el que el voto de UPN permitió aprobar el recorte social in extremis.

¿Qué significa la actitud de Sanz, plasmada en su libro, en el actual momento político? Pues al menos una cosa. Resulta que en las páginas de la obra se dedican alabanzas a Pepiño y Rubalcaba, y se intenta denigrar a Rajoy, que va a ser presidente del Gobierno de España dentro de unos meses. Ni uno solo de los militantes de ese partido, ni siquiera los de los sectores más conservadores, osan levantar un dedo y decir que no están de acuerdo con la degeneración política a la que les ha llevado del ronzal el de Corella. Eso da una idea de cómo la pérdida de dignidad y valores de los destinatarios del libro es abrumadora. Barcina y todos los demás, leer y callar.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Intervención sobre Cuidados Paliativos. Congreso de los Diputados, 15 diciembre 2010.

Escoltas. Comentario para "El apunte", en las emisoras de la Cadena Ser en Navarra.


Pronto se cumplirán 10 años. El 26 de enero de 2001, ETA asesinó en San Sebastián a Ramón Díaz García, padre de dos hijos que trabajaba como cocinero en la comandancia de marina donostiarra. Era un contratado civil, encargado del rancho y la cantina de los marineros a cambio de un modesto sueldo. Así fue durante 11 años hasta que explotó una bomba bajo su coche. Seguramente el caso de Ramón es uno de los más lacerantes de aquello que se llamó la “socialización del conflicto”. Para ETA y Batasuna era necesario ampliar lo más posible las posibles víctimas de su barbarie. Da igual un cocinero, un juez, un policía o un concejal. La práxis terrorista se caracteriza porque pretende atemorizar a todos asesinando a algunos. Justamente, su acción liberticida tiene como estrategia la de extender el terror para conseguir provechos políticos. Es, en definitiva, lo único que la diferencia de la mafía común.

Viene a cuento esta rememoranza por la polémica que ahora existe sobre si se debe mantener o no la escolta a no pocos amenazados, o si son caros para la sociedad los servicios de seguridad. Sobre esto último no hay ninguna duda. Yo soy Diputado en el Congreso, y me consta que lo que el Estado paga por mi seguridad es más que la nómina que recibo de la Cámara. Y así ocurre con todos los cargos públicos protegidos. Pero hay una razón para ello. Si el terrorismo consiguiera limitar la libertad de quienes se ofrecen para representar a los ciudadanos, tendría conseguido su primer objetivo. Ni siquiera podríamos hablar de que vivimos en democracia, desde el momento en el que unos pistoleros se apoderan de las decisiones, vidas y haciendas de la gente.

Ignoro qué dijo Zabaleta cuando hace diez años mataron a Ramón. Sí sé que estaba en Batasuna, expresión política del terrorismo y partícipe de esa estrategia de “socialización del conflicto”. Ahora pide Zabaleta reducir escoltas para ahorrar. Me pregunto que ha hecho él para ahorrar lo más importante en este caso, el sufrimiento de tantas personas y el duelo por una sociedad azotada por ETA.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Déficit, presupuestos, clima



(La ilustración corresponde a la presentación que hicimos hace dos años sobre el estado de las cuentas públicas en Navarra. Obvio es que no sólo no se nos hizo caso, sino que se intentó silenciar esa voz. Así estamos hoy como estamos.)


DÉFICIT. Hace un año hubo una diatriba a cuenta de los datos que avanzó el departamento de Economía y Hacienda sobre el cierre del ejercicio. De nuevo, un cierre con déficit añadido al que ya se calculaba mediante la emisión de nueva deuda. De nuevo, un fracaso del consejero más frívolo y pusilánime que ha conocido Navarra en décadas. Para salir del paso, Miranda declaró a Diario de Navarra que a partir del mes de febrero de 2010 la web del Gobierno de Navarra publicaría los estados trimestrales de ejecución presupuestaria. Mintió. No se ha publicado nada ni en febrero ni hasta noviembre. Y el Banco de España ha señalado a Navarra como una de las Comunidades más opacas en relación con sus cuentas públicas. Es un episodio más en una cadena de ellos. Llevamos una legislatura sin que se informe puntualmente de cómo se va ingresando y gastando el dinero, de cual es el desfase y hasta dónde llega la insolvencia (déficit) de la hacienda foral y su proyección futura. En muchas ocasiones he dicho que esto es el fruto de la incompetencia del arriba citado, pero también de un modelo político clientelar y providencialista que está agotado, muerto, sin que sus allegados (UPN y PSN) quieran reconocerlo. El cadáver no se entierra porque el vacío político que quedará detrás es atronador. Se intenta prolongar un mal guión político a base de aburrir al personal. El periódico El País nos ofrecía el viernes un titular en el que se anunciaba que Andalucía, Extremadura y Navarra incumplirían el déficit previsto legalmente para 2011. El dato era rotundo, pero lo más severo de él era que la fuente de la información era el propio Ministerio de Economía y Hacienda. Luego llegaron las malas excusas de Sanz, hablando de que una parte de esa osca era lo del Tren de Alta Velocidad, y por ello endosable al Estado. Lo que la disquisición pretende disimular es el calamitoso estado de las cuentas navarras, que llevan pagando a crédito el gasto ordinario desde hace ya tres ejercicios presupuestarios.

PRESUPUESTO.
El PSN ya ha mostrado sus cartas. Ha logrado que el Presupuesto General de Navarra esté en el Parlamento sometido al fuego graneado de las enmiendas, con él de director de orquesta. Estos estafadores políticos de UPN y PSN se han pasado la legislatura hablando de la “gobernabilidad” como manera de “afrontar la crisis desde el consenso”, y resulta que en el año en el que peor estamos no son capaces de ponerse de acuerdo en nada. Atronador, por cierto, el silencio de los ámbitos mediáticos y económicos que tan vehementemente han acunado el pasteleo ese. Si atendemos a su racional, justo ahora es cuando más falta haría ese concierto de voluntades políticas. Pues no. Lo cual demuestra que lo de la “gobernabilidad”, igual que lo del “quesito”, es un mero arrope para los fracasos, las miserias y las limitaciones políticas de unos y otros. Pero además, esta vez el PSN planea algo de mayor calado. No es que se desmarque de sus socios por la cercanía electoral. En realidad, está ensayando la manera en la que podrá alcanzar la presidencia del Gobierno de Navarra. Sus enmiendas al presupuesto se dejan al albur de la Cámara, y seguro que NaBai e IU apoyan gratis unas cuantas. Si los datos del próximo Parlamento son esencialmente los del Navarrómetro, con un PSN tercero pero llave de todas las posibles combinaciones de gobierno, Roberto Jiménez se presentará ante el Pleno para ser investido “sin ataduras”, dirá. Y o bien los de NaBai le dan sus votos para desalojar a UPN, o bien estos tendrán que tragar e investir al de Pitillas a cambio de las migajas que le puedan caer de la mesa. La jugada es esa, se quiera reconocer o no, y lo único que puede impedirlo es que el PPN tenga a su alcance otra llave que cierre lo que la de los socialistas puede abrir. En todo este panorama, los regionalistas están a por uvas. Cuentan los asientos que pueden ocupar y hacen sus cábalas de mirada corta. Roberto Jiménez está ajustando con precisión el único sistema que le puede llevar a Palacio.


CLIMA.
He hecho sincero propósito de no contestar a Sanz en sus bravatas. Tengo varias razones para ello. Creo que la gente está harta. Creo que incluso Sanz merece acabar con dignidad su mandato. Creo que Sanz tiene problemas y está nervioso, porque se están desmoronando delante suya muchas estructuras en las que confiaba para tener ingresos económicos después de su cese en junio. Y sobre todo creo que tiene la mala conciencia del trilero, que pasó del “si los ciudadanos han votado eso, que se jodan” al intentar engañar a esos mismo ciudadanos cuando en 2008 votaron “UPN-PP / Rajoy” y él quiso montar el tocomocho de “UPN-PSOE / Zapatero”. La visita de Mariano Rajoy a Navarra la quiso saludar el de Corella hablando de que los del PPN no estamos en Navarra y sí en Madrid. Digo que no pienso contestarle, pero digo también que empiezo a estar harto de tanta imbecilidad. Igual la de Sanz que la del tal Sayas, que utiliza el monotema cada vez que pretende provocarme en Twitter (sí, Sayas, el mismo que la noche electoral se proclamó alcalde de Berriozar). Mi problema es que cuando estoy en Navarra no frecuento los mismos ambientes que ambos, y por eso no se enteran de si estoy o no. Pero más allá de esas mezquindades, quiero constatar que esa permanente alusión personal, ese pepiñismo zafio, va a seguir sin tener por mi parte ninguna respuesta en la misma dimensión descalificatoria. Jamás se me habrá oído decir que justamente el partido que se dice “especialista en Navarra” tiene a una presidenta de Burgos y a un secretario general de Talavera. Me enfadé cuando Roberto Jiménez hizo chistes con aquel vestido de Barcina exhibido en no se qué reunión de alcaldes. Y reproché que el concejal socialista José Antonio Navidad se cebara en Twitter con el asunto de la casa millonaria y la separación matrimonial de Barcina, nada más publicarse la noticia. Aun hay clases, claro que sí. Sanz y sus compadres, a sus miserias. Nosotros, a lo importante.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Tres frases

La primera: “Navarra va como un tiro”. La dijo Álvaro Miranda, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra en entrevista con Jokin Sanjulián en Popular TV. Miranda es el mismo que dijo hace poco “me regalaron un Rolex pero no le di importancia”, y pocos creían que pudiera superar su propia frivolidad. Pero lo ha hecho, y sin despeinarse. 44.980 parados navarros le contemplan, la cifra más alta en décadas, y subiendo. Es lacerante que el responsable público de la economía navarra actúe de manera tan zafia. Y sobre todo que recurrentemente esté diciendo que andamos mejor que el conjunto de España. Busca la comparación con lo peor de Europa, cuando hace algunos años, antes del advenimiento del quesito de Sanz, lo que hacíamos en Navarra era compararnos con lo mejor de Europa. Navarra hoy tiene una tasa de paro superior a la de Inglaterra, Francia o Alemania, pero Miranda se lo pasa bien diciendo que frente a la ruina española, somos algo menos ruinosos. Miranda, nacido en Zaragoza, es uno de aquellos que corrió a afiliarse a UPN cuando éste partido rompió con el PP, cosa que cumplimentó acompañado de alguna insigne gabinetera. Venían a constatar que, eliminada la carcundia, ellos podían ser tan napartarras como el que más. Hoy la frivolidad del personaje es la que articula toda la mala propaganda del régimen. Jamás pensé que el puesto en el Gobierno al que más seriedad se le debe exigir haya acabado ofreciendo estos espectáculos.

La segunda: “Te contamos lo que nadie te cuenta”. Figura en la web de Caja Navarra y está rotulada en todas sus oficinas. Aun así, es un desastre la política de comunicación que están desarrollando desde que aquel 23 de julio, a las 7 de la tarde, se notificara su suspenso en los tests europeos de resistencia. A pesar del ahínco de su equipo directivo por tapar vías de agua -cosa de agradecer- la Caja está granjeándose nuevas desconfianzas día a día. Nos enteramos de asuntos relevantes por confidenciales que se escriben en Madrid, y crece la sensación de que siempre va por detrás de las malas noticias que le afectan. Así no se puede seguir, por muy complejo que sea el momento en el sector financiero español. Se requiere escuchar, urgentemente, la voz de esa cohorte de políticos de UPN y PSN, afortunados por las dietas que cobran, que componen la inopinada “Junta de Entidades Fundadoras” de Caja Navarra. A saber, y para que conste, son los siguientes: Miguel Sanz (con puesto vitalicio), Yolanda Barcina, Álvaro Miranda, Javier Caballero, José Iribas, Carlos García Adanero, Alberto Catalán (de UPN) y Roberto Jiménez y Samuel Caro (del PSN). Se han atribuído funciones “asesoras” en la Caja, a cambio de unos miles al año. Y se supone que algo harán, pero están eludiendo lo fundamental: dar una explicación a la sociedad a la que originalmente representan. El régimen UPSN, casi al completo, compartiendo un chollo que no consideran una responsabilidad, y que por cierto alcanza especialmente a Sanz (presidente de la Caja hasta junio) y a Barcina (presidenta de la Comisión de Control hasta junio). La Junta esa, que no es otra cosa que una mamandurria, que ofrezca explicaciones o que se disuelva.


La tercera: “No hay otro camino que la aceptación y apoyo por parte de UPN de la enmienda socialista para aumentar los impuestos”. Dicha por Anai Astiz, del PSN, referida al lío que se traen ellos y los de UPN a cuenta del Presupuesto de Navarra para 2011. La propuesta es diáfana y recurrente: UPN, a tragar. Como lo lleva haciendo años. Es un sarcasmo que ahora los de Sanz y Barcina se pongan estupendos con lo de no subir los impuestos al ahorro cuando ellos lo hicieron el año pasado. O que digan que no quieren que suban los impuestos, en general, cuando han votado a favor de hacerlo siempre que se lo ha puesto en sus narices el PSOE. UPN está buscando, en burda estratagema pre-electoral, que no parezca que han estado asumiendo sin chistar toda la nefasta política socialista de los últimos años. Cosas del quesito, de Pepiño y del hotelero. Lo malo es que los de Barcina tienen vocación eterna de seguir en lo mismo. Están encantados con el Navarrómetro, el que dice que la llave la seguirá teniendo el PSN.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Comentarios al Navarrómetro. Yo también quiero un cambio


Perdón por la autocita, pero tengo escrito desde hace tiempo que las encuestas electorales son un mero entretenimiento. Hace años publiqué en prensa un artículo llamado “¿Usted engaña a las encuestas?”, en el que intenté explicar la razón por la que cada vez hay más discrepancia entre las proyecciones demoscópicas y los resultados finales en las urnas. Argumenté entonces que el problema no es la maléfica cocina que se atribuye a las empresas de sondeos, sino una causa original mente más sencilla. Los ciudadanos han aprendido a convivir con todo tipo de encuestas, y juegan a engañarlas. No es que oculten sus preferencias, es que las declaran de manera alevosa, como un modo de despreciar lo que en el fondo es una intromisión en su intimidad. Sirva este prólogo para relativizar (y hasta desdeñar) las sesudas interpretaciones que se están haciendo de denominado “Navarrómetro”, la encuesta que el pasado viernes dio a conocer el Parlamento de Navarra. Un entretenimiento, digo. Aunque un entretenimiento de 30.000 euritos a cargo del contribuyente. Políticos y prensa, encantados.

Aun así, es innegable que el sondeo va a tener consecuencias más allá de las valoraciones que se hagan. No vaya a ser que acierte. Técnicamente es un buen trabajo, con 1.500 entrevistas personales. La muestra está bien ponderada y no hay que dudar de la profesionalidad de la empresa que lo ha realizado, la bilbaína Ikerfel.


Sin desdoro de sus cualidades técnicas, lo primero que resulta llamativo del “Navarrómetro” y lo que cuestiona su capacidad de acierto es que es el único sondeo hecho en España en los últimos dos años que presenta una posible subida del PSOE. Inaudito, e incongruente con la realidad que cualquiera palpa en el ambiente. Los socialistas van a pagar en las próximas elecciones su nefasta política económica, la del récord del paro, y por ello es impensable que puedan ganar posiciones. En el microcosmos navarro tampoco. No consta que estén haciendo nada distinto que seguir los postulados de Zapatero y Blanco, y no hay, que digamos, un liderazgo rutilante en las figuras de Jiménez o Moscoso. La prueba del algodón está ya hecha: el sondeo navarro es tan creíble como queramos creer que los socialistas van a crecer en votos.


Inevitablemente, los partidos imaginamos cómo sería Navarra a partir de datos como los entregados esta semana. Y hay que reconocer que la encuesta pesa, no es inocua aunque se dude de ella. Al contrario, va a ser condicionante de las estrategias y actitudes que veamos a partir de ya mismo.
Y la pregunta que hay que hacer es quien sería el verdadero ganador caso de que las urnas refrenden estos datos. En un análisis objetivo y desapasionado, la respuesta es bastante obvia: el PSN. Son los terceros, pero son los únicos que pueden armar dos opciones de gobierno distintas: una con UPN (seguramente, con una fórmula bien distinta a la actual) y otra con NaBai e IU, opción esta que no descartan ni van a descartar a pesar de que la quieran envolver en todo tipo de eufemismos. Es el PSN el que decide quién gobierna y cómo se gobierna. Y, por descontado, qué papel pueden elegir ellos. Dicho en plata, el “Navarrómetro” es la encuesta perfecta para Pepiño, la que él hubiera pintado en el mejor de sus sueños. Nadie lo dude: si los datos del 22 de mayo son estos, el PSN tonteará con NaBai, NaBai aceptará apoyar la investidura de Jiménez, y, en el mejor de los casos, Jiménez dirá a UPN que con ese pájaro en mano, lo más que acepta de los regionalistas es que le lleven al mismo salón del trono a cambio de no ser aupado por los nacionalistas vascos. En definitiva, si los pronósticos se hicieran reales, las posibilidades de Barcina de ser presidenta son cero.

Por esto resulta tan patético ver cómo UPN se muestra satisfecho de los resultados que les otorga el sondeo. Se dedican a contar escaños y a constatar que su caída no es tan acusada como otros previeron, pero no quieren ver lo fundamental. Si el próximo Parlamento sale así, y aunque crean los regionalistas que les será posible acceder al gobierno afianzando la fórmula UPSN, lo cierto y verdad es que en ese supuesto estarían condenados a hacer no otra cosa que lo que les dictara el PSN. Como hasta ahora, pero más. Subidas de impuestos, cutre-subvenciones, apoyos clientelares, aumento del paro, déficit y deuda galopante, obras públicas absurdas, leyes del aborto de escala foral, mamoneos varios... Eso es lo que emana del socialismo, y lo que estaría incondicionalmente dispuesto a asumir UPN con tal de mantener algunos sillones. Me hace verdadera gracia comprobar estos días como incluso personas del ala más mojigata y conservadora de ese partido están encantados con el “Navarrómetro”, cuando lo que se les vendría encima, en el mejor de los supuestos, es que se vieran obligados a mantener genuflexión permanente ante los de Jiménez. Triste destino para un partido que años atrás tenía un carácter propio, y representaba actitudes más solventes que la del mero mantenimiento de las poltronas.


La estimación que ofrece el Navarrómetro es el fruto de la teoría del quesito, la que esbozó el estratega Sanz en una conferencia cuyo sucinto vídeo es la explicación de toda la historia política reciente de nuestra comunidad. Ya dije que lo del quesito (asco me da hasta escribir la palabra) “es la mayor declaración de impotencia política que he escuchado nunca, más sabiendo que está rotundamente desmentida por los hechos. (...) Pero además de su herejía empírica, la “teoría del quesito” supone la rendición electoral ante el socialismo y el nacionalismo, al asumir vicariamente que es imposible superarlos en sufragios. Esa teoría fue la excusa de quien había fracasado electoralmente, y construyó el molde doctrinal a medida de su incompetencia. Ese quesito tiene el sabor de la resignación y la deserción”.


Al final, para estratega de verdad, Pepiño. Es quien ha conseguido que la única cosa a la que pueda aspirar UPN es a mendigar compasión al PSN, tercer partido de Navarra. Sé que nunca Barcina será presidenta con los votos de Jiménez. Como mal menor para UPSN, Jiménez lo podrá ser con los votos de Barcina, un minuto antes de que ésta tenga que presentar su dimisión. Y si no, gobierno social - nacionalista como se ha visto en Cataluña, Aragón, Galicia o Baleares. Apunto algo más, y algo muy serio. En el escenario de una posible negociación de Zapatero con ETA, a pocos meses de unas elecciones generales en las que necesita esa baza electoral, la posibilidad de un gobierno de este tipo en la Comunidad foral resulta crucial. Y hasta ahí puedo leer, de momento.


Un comentario final. Se ha destacado que el 68% de los navarros reclaman un cambio político. Pero, al mismo tiempo, la foto que se ofrece es la misma que en la anterior encuesta, y muy parecida a lo que depararon las urnas hace tres años y medio. Yo también quiero un cambio, y es seguro que lo voy a intentar propiciar. Ese cambio consiste en que no gobiernen ni los nacionalistas ni los socialistas. Así lo decimos, cosa que otros no pueden. Hablaremos de ello, y espero que el hecho de que vayamos a tener una posición relevante en el futuro de Navarra sirva para que algunos dejen de ningunearnos y censurarnos. Queda mucho partido por delante.

martes, 9 de noviembre de 2010

"El apunte", en las emisoras de la Cadena Ser en Navarra


Hubo un tiempo en el que aprobar un presupuesto podía considerarse una buena noticia. Planificar las cuentas públicas para un año suponía elaborar proyectos nuevos y marcar un camino de mejora social. Pero esto era antes. Antes de que algunos se dieran de bruces con la realidad de lo que ha supuesto esta legislatura que languidece gris en Navarra. Apenas hace dos años Roberto Jiménez declaraba que había que acudir al endeudamiento “sin complejos”, y el consejero Miranda decía, como un eco lúgubre, que la hacienda foral emitiría toda la deuda que le fuera posible. Petulancia e irresponsabilidad de la mano. La escapada ha llegado a su fin, porque hasta la frivolidad política tiene un límite. Este año llega Paco con las rebajas.

Los presupuestos del año que viene son los presupuestos de los recortes y la angustia. Recortes por cómo hay que reducir partidas después de haberlas hinchado irresponsablemente en los últimos años. Y la angustia porque aunque se supone que se aprueban las cuentas para todo un año, lo que veremos en 2011 es que habrá que recomponerlo todo después de las elecciones de mayo. Lo que nos presenta el Gobierno de Navarra y aprobará el Partido Socialista son unos presupuestos insolventes, que apenas van a tirar adelante durante unos meses. Y el que venga detrás, que arree. Son presupuestos que hasta a sus autores producen vergüenza.

Lo malo, como siempre, es lo que está más allá de las cifras sobre las que versará el debate político. Los casi 40.000 parados de Navarra. O los 120.000 pensionistas, que el año que viene van a ver reducidas sus pensiones gracias a que así lo votaron UPN y el PSOE el pasado 27 de mayo. O las asociaciones culturales, a las que ante la falta de dinero en el presupuesto foral, han mandado a mendigar alguna enmienda en Madrid, y todo presagia el timo del tocomocho. Hemos llegado a un final de ciclo con resultados funestos. Algunos venimos diciendo que hace falta un modo bien distinto de orientar la política. Del mantra de la gobernabilidad hay que pasar a la constatación de la eficacia.

sábado, 30 de octubre de 2010

Opinión que me solicitan sobre la legalización del cannabis.


Un semanario me presenta este cuestionario relativo a la proposición 19, que se vota esta semana en California. Estas son las respuestas (sucintas, tal como se exige) que les he mandado.

1. ¿Qué posición mantiene al respecto de la legalización del cannabis? Contraria. Incluso desde una convicción liberal es posible justificar la prohibición de las drogas. Quien las consume percibe el placer que producen, pero es insensible hacia los potenciales daños que le causa. Por eso cabe establecer una protección intentando impedir legalmente su consumo. Un 10% de los que toman cannabis devienen en adictos. El porro puede causar problemas de salud tan diversos como brotes psicóticos o impotencia sexual. La prohibición es también un modo de proteger a los menores de edad. Holanda, el país más permisivo, está reconsiderando su actitud y estableciendo restricciones.

2. ¿Cree que un debate así podría producirse o tiene sentido en nuestro país?


Por supuesto que cabe el debate. Y ojalá fuera tan nutrido y democrático como el de la "Proposición 19" californiana. En este tema se juntan aspectos sanitarios, legales, económicos y de ética social. No hay que tener miedo a hablar de ello, y hacerlo sin dogmatismos. Pero convendría fiarse más de los técnicos y expertos y menos de los habituales representantes del pensamiento líquido.

3. ¿Qué opina de todo el proceso que se está desarrollando en California?


Está distorsionado por tres circunstancias. La económica: hay quienes plantean la legalización para imponer tasas y concesiones, y generar ingresos públicos como si fuera un nuevo maná. La geografica: la cercanía a México, donde se percibe la faceta más criminal del tráfico ilícito. Y la cultural: California siempre se ha creído la vanguardia de las tendencias estadounidenses. En todo caso, bendita la tierra donde los ciudadanos votan este tipo de proposiciones.

jueves, 28 de octubre de 2010

¿Batasuna en las elecciones?

La unidad de los partidos políticos es un elemento fundamental de la estrategia contra el terrorismo. No sólo por cuanto legitima las decisiones del Estado de Derecho, sino porque manda un mensaje claro, traducible en desesperanza, hacia los terroristas. Por ello no es bueno abundar en las diferencias entre los partidos democráticos, y sí en cambio afirmar las coincidencias. Pero también es cierto que parte de la lealtad que nos debemos consiste es saber señalar las equivocaciones que se ven en este asunto, algunas de las cuales trascienden la mera semántica y se pueden elevar a categoría.

Viene este comentario a colación del último artículo que publica Yolanda Barcina en su blog. Se refiere al posible regreso de Batasuna a las instituciones en las próximas elecciones, las forales y municipales del próximo 22 de mayo.

Y dice Barcina, textual, que

Ojalá Batasuna pueda estar presente en las próximas elecciones forales y municipales. Ojalá Batasuna pueda defender sus ideas y posicionamientos políticos en las instituciones con la única fuerza de la representación y la legitimidad que le otorguen los ciudadanos navarros. Ojalá podamos discutir y confrontar, mirándonos a los ojos, nuestros proyectos y planes sobre Navarra.

Para, a continuación, poner una serie de condiciones (les llama “hoja de ruta”) para que esa situación se produzca. Como corresponde, recomiendo la lectura completa del artículo, para que nadie diga que se desnaturaliza su sentido. Pero al mismo tiempo señalo su contundente inicio, que creo merece un comentario rotundo y clarificador.

Yo no quiero que Batasuna se presente a las próximas elecciones. Ni Batasuna ni nada que se le parezca. Y no elucubro ninguna condición para ello. Por tres razones fundamentales.

Una. Batasuna y Eta no son organizaciones simbióticas ni relacionadas. Son la misma organización. Lo ha determinado el Tribuna Supremo. No cabe albergar ninguna esperanza de que Batasuna se emancipe de Eta, es ontológicamente imposible. Hablar como si fuera un ente capaz de hacer otra cosa que lo que viene meramente condicionado por su propia esencia es algo pueril.

Dos. Me apunto a lo que ha dicho Basagoiti. Imaginemos que mañana Eta se disuelve. Sus herederos políticos, los que sean, deberían pasar al menos cuatro años de cuarentena. Que aborrezcan el terrorismo al menos un año por cada diez que haya ejercido Eta su acción criminal. Y después de este tiempo, la democracia verá que es lo que hace. Incondicionalmente. Es decir, Yolanda, que de ninguna manera estén en las elecciones que se celebren dentro de menos de 7 meses. Ni con “hoja”, ni con “ruta”. Cuarentena hasta que nos aburramos.

Tres. Y tampoco vale, de ninguna manera, lo que algunos parecen considerar como el preámbulo final de esta lacra: la verbalización de la condena previa a la legalización de Batasuna o su sucedáneo. No vale, claro que no, lo que dice Pepiño Blanco cuando expresa que Batasuna podrá participar en las elecciones si cumple la Ley de Partidos condenando el terrorismo”. No. El terrorismo no se condena prospectivamente, a futuro, como parece indiciar la táctica de Otegi. El terrorismo se aborrece en lo que ha supuesto de crimen, dolor, destrucción y acción liberticida. O se es capaz de hacer eso y reparar sus daños, o nada más vale.

Creo que debemos tener las ideas claras. No es cuestión de edulcorar la realidad, ni buuscar eufemismos, ni pintar mundos ilusorios. Batasuna no puede estar en la próximas elecciones de ninguna manera. Ni ellos ni nada que se les parezca en su esencia, que es la de ser la expresión política del terrorismo, razón legítima de su ilegalización. Esa “hoja de ruta” a la que alude Barcina no existe. Es imposible que exista.

sábado, 23 de octubre de 2010

Falacias que parecen encuestas


El pasado martes, Diario de Navarra publicaba la noticia de que UPN disponía de una encuesta preelectoral, cuyos resultados detallados se desvelaban. En la información se decía que el sondeo lo había realizado la empresa CIES, bien reputada en la plaza. Según indicaba la pieza periodística, unos previsibles resultados al Parlamento foral tendrían la siguiente distribución de escaños.

UPN: 18 parlamentarios.

NaBai: entre 12 y 14.

PSN: entre 10 y 11 escaños.

IU: 2 representantes.

CDN: ningún parlamentario.

PP: entre 4 y 5 representantes.

La noticia -construida por una filtración interesada- de por sí albergaba algún elemento digno de toda sospecha. El primero sugiere indagar por qué un partido político se gasta un buen dinero (probablemente unos 30.000 euros) para hacer una encuesta que pocas semanas después va a poder tener de manera gratuita. El llamado “Navarrómetro” se publicará a mediados de noviembre, y es un estudio en el que se invierte una buena cantidad, y resulta técnicamente solvente. El segundo es saber la razón por la que a todos los partidos se les atribuye una horquilla, mientras que al que paga el sondeo se le asigna una cifra cierta. El tercero, especular sobre la causa por la que una encuesta es filtrada directamente en el mismo momento de ser presentada ante la ejecutiva del partido que la ha pagado, esa misma tarde.

Pero el fundamental es el cuarto motivo para la sospecha: los datos de CIES son calcados a los que hace un año se reflejaban en el “Navarrómetro”, cuando éste no ha sido, ni mucho menos, un año políticamente inocuo. Recordemos el modo en el que UPN se constituyó en el voto decisivo, aquel 27 de mayo, para salvar a Zapatero de su dimisión y aplicar a pensionistas y funcionarios un severo recorte en sus emolumentos. Este hecho, verdadero punto de inflexión en la política navarra y española, ha tenido una traslación cierta y no disimulable al electorado del conglomerado UPSN, de manera que es patente un sentir social que muestra su repudio al entreguismo de los de Barcina a los socialistas. Ese estado de opinión, sin duda, debiera ser detectable en la intención de voto.

Cualquiera puede entender que la filtración era un acto más de propaganda pautada al detalle. Justo el mismo día en que UPN decide brindar un nuevo apoyo a Zapatero en forma de abstención a los presupuestos, sale en la página contigua del periódico tal supuesto sondeo. La presidenta de UPN alegó que tenía un viaje a Madrid para no dar la pertinente rueda de prensa, a pesar de que la Presidenta del Parlamento, Elena Torres, acudió al mismo acto que Barcina viajando el día posterior, sin ningún problema. Otro disimulo más. Y junto a él, lo que los británicos llaman “confounding”, un distractor que recabe la atención hacia otro lado. Todo quedó planeado para que el ingenuo lector quedara entretenido con su periódico del martes, y no pudiera valorar adecuadamente lo sustancial del momento.

Los datos son otros

Dispongo de una información que considero veraz que me indica que el sondeo, en realidad, decía otra cosa. En todas las encuesta políticas que se hacen se pueden distinguir dos tipos de datos. Unos son los que se califican como “intención de voto directo”, que es simplemente el cálculo de posibles escaños tomando como único elemento de juicio lo que se responde directamente por los encuestados. Tal cual, se pondera y se presenta la distribución. Pero cualquiera que sepa mínimamente de encuestas sabe que lo importante no es eso, porque las respuestas pueden estar sesgadas (el efecto del encuestado que cree que puede engañar al encuestador), y siempre hay una parte de los ciudadanos que ocultan su voluntad real de voto. Por eso las empresas que hacen los sondeos disponen de técnicas que les permiten ir más allá de las meras cifras declaradas, intentando eliminar los sesgos y atinar mejor en el pronóstico, para poder presentar la verdadera proyección de voto. Es la llamada “cocina”, que no es nada peyorativo para el pronóstico, sino todo lo contrario. De hecho, una buena empresa demoscópica -y CIES lo es- es una empresa que tiene una buena “cocina”, un buen “expertise”, que le permite afinar en sus predicciones mejor que otras. Para los que no sepan de esto diré que esa “cocina” es la combinación entre referentes de otras encuestas anteriores (la sociología electoral es siempre evolutiva) y el cruce y ponderación crítica de datos obtenidos de la propia muestra estudiada en cada caso.

Pues bien, según me dicen y yo me creo, si se hubiera filtrado la parte más y mejor elaborada de esa encuesta, los datos hubieran sido los siguientes (cifras que me facilitan sin “horquilla”).

UPN: 18 parlamentarios.

NaBai: 12.

PSN: 10.

IU: 2 representantes.

CDN: ningún parlamentario.

PP: 8 representantes.

Como puede verse, no sólo es una representación distinta, sino una posibilidad bien diferente de conformar mayorías alternativas, algo sobre lo que los partidos deberemos dar una respuesta clara a los electores antes de que éstos depositen su papeleta. Algo de lo que reiteradamente se niega a hablar UPN. La encuesta, por cierto, era un híbrido entre un estudio más pormenorizado sobre Pamplona -intentando validar la candidatura a la alcaldía de José Iribas-, y una extensión que permitiera pergeñar los datos para toda Navarra. No se han filtrado, qué casualidad, los datos de posibles escaños en el Ayuntamiento de la capital, que constan en el mismo sondeo.

Una interpretación

Hasta aquí la información de que dispongo. Ahora, la interpretación que creo tiene en el actual momento político, y lo que supone como actitud por parte de UPN.

Es lógico pensar que filtrar esa supuesta encuesta tenía un motivo inicial, que era desviar la atención sobre una noticia que se difundió a la par, el nuevo apoyo a Zapatero concedido vergonzantemente por Sanz y Barcina (que, en efecto, como dice el todavía Presidente, es verdad que no están todo el día riñendo, sino todo lo contrario), y sus silentes acólitos. Desviar la atención no significa sólo lo relativo a los lectores de Diario de Navarra, sino especialmente lo directamente referido a los mismos militantes regionalistas, bastantes de ellos hartos de tanta actitud genuflexa ante el peor partido socialista de la historia de nuestro país.

El segundo propósito tiene mucho que ver con el encargo del “Navarrómetro” por el Parlamento. Finalmente no se ha contratado con CIES, como ha sido costumbre en los últimos años. Pero esto no era conocido por Barcina cuando pidió la suya. De esta manera, si CIES era de nuevo la encargada de hacer el “Navarrómetro”, se podría ver implícitamente condicionada por el trabajo precedente (como buena empresa que es, no sería aceptable un cambio en sus pronósticos con sólo unas semanas de diferencia). Pero al optar el Parlamento por contratar con la empresa Ikerfel, parece obvio que UPN ha querido exhibir cautelarmente unos resultados a su medida, falsos y tergiversados, para condicionar o desacreditar los que se vayan a publicar dentro de tres semanas. Y tal vez lo haya hecho a costa del prestigio de la propia CIES. El lío y la confusión, ya se sabe, son la escapatoria que les queda a los manipuladores.

Añado algo: comprendo que un periódico como Diario de Navarra publique una información que le facilitan y considera relevante. La ley exige que cuando un medio encarga un sondeo se deba publicar la ficha técnica y los datos de voto directo y voto estimado, en tablas separadas. El Diario no ha encargado este sondeo, es obvio, pero lo ha publicado con una apariencia de solvencia (cuadratín comparativo incluído) que induce a confusión, y que no concreta lo que a ellos mismos les sería exigible en otro caso.

Éste es un reflejo de cómo andan las cosas. De cómo hay quienes que, en el mejor estilo pepiñesco, no se detienen en sus actitudes de manipular la opinión pública usando cualquier estratagema. El caso de la encuesta ficticia de UPN es representativo de muchas actitudes. No lo olvidemos nunca: quienes se creen con la capacidad de manipular y engañar a la gente son quienes menos debieran poder representarla. Un ciclo político, es verdad, está terminando. Se detectan sus estertores.

sábado, 16 de octubre de 2010

VI Congreso de Periodismo Sanitario. Ponencia sobre la ley del tabaco.

Hoy tenía que haber intervenido en el VI Congreso de Periodismo Sanitario, que tiene lugar en Oviedo. Concretamente, participando en una mesa redonda sobre la legislación que estamos tramitando en relación con el tabaco. Facilité a la organización este vídeo en el que intento resumir mi intervención, por si creen conveniente la posibilidad de emitirlo.

sábado, 9 de octubre de 2010

Aborto y objeción


Carta a la Directora publicada en la edición del 9 de octubre de 2010 de
Diario de Navarra


Durante la tramitación en el Congreso de la Ley del Aborto, UPN no presentó ninguna enmienda parcial. Tan sólo redactó una a la totalidad, con argumentos genéricos que en el PP compartimos. Pero el trabajo parlamentario debiera ser algo más. Tramitar una ley es una oportunidad para mostrar alternativas, y ello exige entrar a fondo en su articulado. Como UPN no lo hizo, nos quedamos sin saber cuál es su postura concreta en relación con la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios. Por eso resulta incongruente que la consejera Kutz se dedique últimamente a reclamar una ley nacional sobre el tema, cosa que su partido no ha hecho en el trámite que correspondía. Es especialmente chusco que además se permita achacar al PP su puesta en funcionamiento, como dijo en una reciente comparecencia parlamentaria.

He sido ponente del Grupo Popular en la Ley del Aborto. Me he responsabilizado de redactar decenas de enmiendas al articulado, en una de las cuales exponíamos lo relativo a la objeción de conciencia. En concreto, planteábamos que “ningún profesional podrá sufrir menoscabo o discriminación alguna en su situación laboral por negarse a participar en tales intervenciones (abortos). Así mismo, se deberá mantener confidencialidad sobre la identidad de quienes optaran por la objeción de conciencia, en los términos establecidos por la ley”. Y además, propugnábamos que “las administraciones públicas no podrán requerir, en sus procesos de selección y provisión de plazas, la obligación de participar en los abortos”.

Esa enmienda es fruto de varias reuniones que he mantenido con la Organización Médica Colegial (OMC) y con numerosos expertos en bioética y deontología médica. Lo que la consejera Kutz parece que no sabe es que los representantes de los médicos no quieren una ley sobre la objeción de conciencia, porque temen que ello suponga la creación de una “lista negra” que acabe señalándolos y discriminándolos. Lo que plantea la OMC y en el PP hemos recogido es que se aplique la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que ya existe; es decir, que se respete un derecho constitucional sin más cortapisas legales. Creo que la misma consejera no es consciente de lo que reclama, o al menos no conoce la implicación que puede acarrear.

En esta materia, al margen de inconsistencias como la que señalo, lo que subyace es otra cosa. El PSN ha aprobado una ley del aborto para Navarra, y ello no ha supuesto que UPN rompa sus relaciones con los socialistas, como sí hizo cuando el CDN se abstuvo en la ley del vascuence. Algunos lo llaman gobernabilidad. Yo creo que es actuar con un lamentable criterio político.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Recordando aquel 27 de mayo


No encuentro mejor titular para describir el contenido de los Presupuestos del Estado para 2011 que el que utiliza este sábado el periódico “El Mundo”. Rotundamente descriptivo de un momento de desesperanza, afirma que “Zapatero impone más sacrificios para seguir con la misma crisis”. Tal cual queda cualificada la impotencia del Gobierno, que no es capaz siquiera de utilizar la herramienta presupuestaria para darle algún nuevo hálito a la ruinosa economía española. La dantesca previsión de todavía más desempleo para el 2011 es lo que mejor simboliza el momento trágico que vivimos. En lo económico, sin esperanza alguna de recuperación. En lo político, un gobierno que agoniza y que paradójicamente sólo pugna por alargar esa agonía. El acuerdo de esta semana con el PNV sustentará a Zapatero un año más, año de más paro y más subidas de impuestos. Año de desesperación para muchas familias, a las que ni siquiera se les ofrecerá la posibilidad de soñar con que las cosas cambien a lo largo de los próximos meses.

Cito el acuerdo con el PNV pero no lo digo todo. El PNV, en las actuales circunstancias parlamentarias, es condición necesaria pero no suficiente para que se aprueben los presupuestos y Zapatero siga instalado en la Moncloa, como Nerón tocando la lira mientras Roma ardía. El PSOE necesita siete votos para aprobar los PGE11, y el PNV le da seis. Ya han iniciado negociaciones con Coalición Canaria (dos) y UPN (uno, trásfuga de la lista UPN-PP). En la práctica parlamentaria es sabido que jugar con los votos justos es muy arriesgado, porque siempre puede haber alguien que se equivoque en el momento de la votación o algún diputado está enfermo (de hecho, es conocido que más de uno está tratándose de diversas enfermedades, de incierta compatibilidad con las labores del escaño). Por eso se hace tan necesario el PNV como lo son CC y el tránsfuga de UPN. Además, los PGE11 pueden ser vetados en el Senado, con lo que volverían al Congreso y deberán ser aprobados de nuevo en diciembre por mayoría absoluta. Otro detalle para tener en cuenta: en la aprobación inicial por el Congreso lo que se vota es la enmienda de devolución que presentará el PP, por lo que una abstención, como la que el tránsfuga de UPN emitió los dos años pasados, equivale a derrotar esa enmienda y por tanto es un voto a favor del trámite del infausto presupuesto.

Tengo para mí que la actuación del voto tránsfuga de UPN no va a ser distinta a la de los dos años anteriores, porque eso significaría desautorizarse a sí mismos. Tengo hecha una apuesta a que veremos esa abstención, que se volverá a ciscar en la voluntad de los electores que sentaron a Carlos Salvador en un escaño igual al mío y dentro del Grupo Popular. Seguro que la excusa es un compromiso -sí, de los de Zapatero y Blanco- para acordar la modificación del Convenio Económico en unos meses. Papelito salvífico a cambio de voto traidor a los electores. Mercadeo al uso nacionalista.

Pero también conviene recordar ahora (y siempre deberemos hacerlo) aquel momento en el que Zapatero habría podido terminar su desastroso devenir político, el mismo que ahora nos condena a unos Presupuestos de más paro, más impuestos y más desesperanza. Fue aquella votación del 27 de mayo de este año, cuando el tránsfuga de UPN salvó el cuello del presidente y de paso fue decisivo para rebajar las pensiones, bajar el sueldo a los funcionarios y paralizar la Ley de Dependencia. Aquel 27 de mayo Zapatero pudo volver del Congreso a la Moncloa para firmar el decreto de convocatoria de elecciones y hacer las maletas. Pero ni Barcina ni Sanz ni Salvador quisieron. A ellos les debemos el desastre que vivimos navarros y españoles. La historia puede que se repita en las próximas semanas. En ocasiones pienso si cuando Yolanda Barcina acude a felicitar a las abuelas centenarias de Pamplona y les impone el pañuelico rojo (como hizo este pasado mes de agosto con Fausta Roncal), les cuenta al mismo tiempo que ella y su partido son los responsables de que la pensión de las homenajeadas haya perdido valor. Pocas veces se vieron sonrisas tan falsas y actitudes políticas tan falaces.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sobre la negociación del Convenio


(Comentario solicitado para la sección "El Apunte" en las emisoras de la Cadena Ser en Navarra)

Voy a contar un sucedido. El 12 de diciembre del año pasado se votaba en el Congreso la Ley de Financiación Autonómica. A la entrada del hemiciclo, siendo las 9 de la mañana, el Portavoz de CiU Josep Sánchez Llibre preguntó al diputado de UPN qué pensaba votar. Carlos Salvador le dijo que votaría afirmativamente, en un nuevo cambalache con el gobierno de Zapatero. Y el catalán, indignado, le dijo al navarro un frase taxativa, de la que fui testigo: “Con esto os vais a cargar el régimen foral de Navarra”. El voto de Carlos acabó siendo decisivo, imponiendo el modelo de financiación a las demás comunidades españolas, aunque aquí en Navarra ese modelo no tenga ninguna vigencia. La politiquería se había impuesto, y ahí quedó la amenaza dicha por el veterano y agraviado diputado catalán.


Viene a cuento esto tras detectarse el nuevo intento de Miguel Sanz de mercadear con tal voto, hoy a cuenta del Convenio Económico. La idea es propia de una formación nacionalista. Si Zapatero acepta mejorar el Convenio Económico, UPN volverá a salvarle la vida. Se dice que hay en juego tanto como 200 millones de euros, aunque nadie nos ha mostrado el cálculo. Me consta que los técnicos de Hacienda están escandalizados ante el escenario. Una cosa es renegociar el Convenio cuantas veces sea necesario, lo cual defiendo, y otra distinta es poner el asunto en medio de la cutre almoneda política en la que ha degenerado al actual legislatura. UPN salvó a Zapatero de tener que dimitir el pasado mes de mayo. Ahora cotiza de nuevo.

Y mientras algunos buscan puertas afuera la razón de la viabilidad económica de Navarra, otros pensamos que la enfermedad está instalada en el propio Palacio de Navarra. No es extraño que tras unos años de gasto desmedido, de subvencionar todo lo subvencionable y de tirar por la calle de en medio del déficit, las cuentas estén descalabradas. Y no por lo que pagamos al Estado, sino por el coste que supone la mediocre política económica de Alvaro Miranda, el mismo que acuñó la frase del verano, esa de “me regalaron un Rolex pero no le di importancia”. Por cierto, ¿piensa algo sobre todo esto Yolanda Barcina?

N. B. Tras grabar el comentario, Yolanda Barcina dio una rueda de prensa en la que dice que "UPN no hablará con el PSOE de los Presupuestos del Estado hasta que no se solucione el desajuste que se ha producido en el Convenio Económico" puesto que "el resultado de las negociaciones sobre el Convenio influirá en los presupuestos, ya que se traducirá en más o menos ingresos, por lo que es urgente el acuerdo para que Navarra elabore unas cuentas ajustadas a la realidad". Barcina ha vuelto a pasar por el aro, y vuelve a demostrar su insustancialidad y falta de personalidad política propia. Repica lo de Sanz, eso de que antes de hablar de los presupuestos tiene que resolverse la controversia sobre el Convenio, porque éste tiene incidencia en los presupuestos tanto del Estado como de Navarra. Pero olvida que las cifras de la aportación que se consignan en ambos presupuestos son provisionales, ya que están sujetas a la liquidación definitiva que se hace a ejercicio cerrado y con los datos reales. Es decir, el impacto en presupuesto tendría lugar, como pronto, en el 2012.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Las 10 + 1 preguntas que yo le hubiera hecho a Roberto Jiménez.

Reinicio la publicación de comentarios en este blog, después del paréntesis del verano. Y lo hago con varias ideas en la cabeza.

Pretendo escribir más a menudo y de manera más concisa.

Sigo convencido de que los políticos tenemos que contar las cosas que pensamos, le pese a quien le pese, sin intermediarios ni redactores subcontratados.

También estoy convencido de que los políticos no debemos hacerlo todo en la clave del interés político inmediato, ni escribir sólo de los asuntos que ya aparecen en los papeles. Nuevos tiempos, nuevas técnicas de comunicación, han de conducir a nuevas actitudes.

El papel de los medios digitales, de las comunidades y redes sociales, es imparable. También, le pese a quien le pese.


Las 10 + 1 preguntas que yo le hubiera hecho a Roberto Jiménez.

1. Con un sí o un no. Si se repitiera la posibilidad de que ustedes gobernaran con NaBai e IU, ¿la opción sería la misma que adoptaron ustedes en su Comité Regional en el verano de 2007?

2. ¿Es usted consciente de que mientras Zapatero esté en La Moncloa, su partido va a pagar un coste electoral en las municipales y autónómicas, probablemente también en Navarra?

3. Navarra ha acumulado casi 1000 millones de euros de déficit desde el inicio de la legislatura. ¿Cree que endeudar a futuras generaciones encaja con el concepto de “gobernabilidad” que comparten ustedes y UPN?

4. También hablando de “gobernabilidad”, ¿no le parece que obligar a la sanidad pública a realizar abortos es una imposición? ¿No pensó que ese podría haber sido un motivo más grave que el que se adujo por parte de UPN para romper sus acuerdos con CDN?

5. Usted es miembro de la llamada “Junta de Fundadores” de Caja Navarra, que se supone tiene una misión asesora, por la que ustedes reciben unas dietas. ¿Su asesoramiento hubiera sido acudir al dinero del fondo JCFlowers en lugar de solicitarlo al Frob?

6. ¿Por qué firmó con Sanz un presupuesto de 2010 para Navarra que se incrementaba en un 2% cuando ambos ya sabían que los ingresos habían descendido un 10%?

7. ¿Es usted partidario de la política seguida por el Gobierno de Navarra de intentar mejorar la economía a base de subvenciones, como las que se han dado para la compra de televisores, ventanas, inodoros, calderas o carnets de conducir?

8. ¿Le parece prudente la pretensión de Sanz de pactar el voto de UPN a los Presupuestos del Estado a cambio de renegociar el Convenio? ¿No cree que sus compañeros socialistas del resto de España van a pensar que es insolidario decir que se quiere pagar menos al Estado mientras se alardea de que aquí la economía va mejor?

9. Se le ha visto en numerosos actos como miembro del Comité de Dirección del Plan Moderna, compartiendo fotos con Sanz. ¿Podría explicar a cualquier parado navarro para qué le va a servir ese plan?

10. Guendulain, Circuito de Los Arcos, operaciones inmobiliarias en Pamplona, decisiones opacas de Caja Navarra como la operación con AC Hoteles, empresarios que ponen por delante su buena relación con quienes gobiernan... ¿no le parece lógico que la gente piense que la política navarra, en la que ustedes ocupan un papel central, está demasiado trufada de intereses poco confesables?

10 + 1 Repregunta. En el tema de los relojes de la Caja, resulta llamativo que usted y Barcina están dando idéntica explicación. ¿Puede asegurar que actuaron igual por mera casualidad? ¿Realmente quiere que creamos que no hubo alguien que avisó del comportamiento del otro?

domingo, 6 de junio de 2010

La encuesta



Bastante gente anda preguntándose si la encuesta que publicó el periódico El Mundo es verosímil. En varias ocasiones he dicho que una encuesta electoral es un entretenimiento para la prensa y los políticos, en la medida en que intenta calibrar un fenómeno que no se está produciendo. Los ciudadanos hoy no están en la tesitura de tener que ir a votar, luego se utiliza un instrumento para medir algo que como tal no existe. Pero es verdad que a través de los sondeos se capta un estado de ánimo que puede devenir en una decisión de voto. Desde aquí es desde donde podemos interpretar esos datos.

En los últimos meses se han realizado varias encuestas en Navarra. La que ha hecho El Mundo ha preguntado a varios cientos de personas por su posible voto en unas elecciones forales. Es una manipulación para lerdos decir, como afirmaba Miguel Sanz, que en realidad es una encuesta hecha con carácter nacional y posteriormente extrapolada a lo regional. Gustará más o menos su calidad muestral, pero la encuesta se hizo en Navarra y sobre Navarra.

Los datos que ofrece no son especialmente llamativos en lo referido a NaBai y al PSN. De hecho, coinciden plenamente con los que se han registrado en otros sondeos recientes. El PSN baja indefectiblemente, y drena sus votos directamente a IU, que apunta cierta subida. Los 11-12 que les daba El Mundo suponen mantenerse a duras penas en el suelo electoral en el que los socialistas llevan instalados un tiempo. NaBai –también lo señalan otros estudios- comienza a acusar una cierta fatiga, y ha quebrado una línea de ascenso constante. Su factor de novedad política empieza a estar amortizado. Son, por tanto, verosímiles los datos en esta parte de lo publicado.

¿Y en lo relativo a PP y UPN? No tenemos que pensar lo contrario, a tenor de la consistencia de lo anterior. La posibilidad de que el reordenamiento en el espectro del centro-derecha se haga casi de manera paritaria no es ninguna tontería. Al contrario, el PP sube apoyado en su coherencia, y UPN anda sumido en sus propias contradicciones y miserias. Aunque a estos últimos alguien les haya contado que “con cien comités locales nos mantendremos siempre muy por encima del PP”. También en el Titanic creían algo parecido. De manera que la encuesta es una fotografía perfectamente plausible de un estado actual de la opinión pública navarra. Ante esa perspectiva, temamos lo peor quienes militamos en el PPN. Son tantos los intereses en juego, que unos cuantos ya nos han puesto en la preferencia de sus objetivos cinegéticos. Eso sí, está claro que somos pieza de caza mayor.

Y al hilo del debate del estado de la ciudad de la semana pasada, tres apuntes.

Mal gusto. El de Yolanda Barcina cuando se refirió a la intervención de Cristina Sanz manifestando que “parece que estoy escuchando a su cuñado”. Pudo decir “el presidente de su partido en Navarra”, pero dijo “su cuñado”. Asume Barcina las mismas actitudes tóxicas que Miguel Sanz empleó cuando Cristina se afilió al PP: el ataque personal que denota la incapacidad de expresarse de ninguna otra manera. Una cosa más, tal vez la última que quedaba, en la que se nota lo unidos que están a pesar del espectáculo novelesco con el que nos deleitan desde hace 10 días.

Principios y valores. Cuando Cristina Sanz se marchó al PP, dolió que dijera que lo hacía por mantener unos principios y valores. Dolió en UPN, según se quiso hacer ver, y montaron todo un akelarre a cuenta de aquello. El tiempo pone cada cosa en su sitio. Por ejemplo, un valor en la política es la coherencia. Valórese qué coherencia tiene decir que Zapatero es el peor presidente de la democracia y darle el voto para que siga siéndolo. O decir que se está contra el aborto y votar “no” a la eliminación del ministerio de Igualdad, la estructura política creada para promoverlo.

Los que mienten. Vi la entrevista de José Iribas en Canal 4 el día del debate. Conocí hace años a otro Iribas, algo más coherente y con cierta frescura dialéctica y actitudinal. Ha perdido ambas cosas. Ahora representa muy bien a esa gran masa de gente que traga carros y carretas ya sabemos por qué pecuniaria razón, aunque sus fundamentos morales parezcan ser otros. Me resultó triste verle mentir en la tele. Dijo que el PP estuvo a punto de abstenerse en lo del tijeretazo porque recibió llamadas de Merkel y Sarkozy. Estupidez parecida a la que viene diciendo el jefe de su partido (el jefe, digo, no la supuesta jefa), aludiendo a “información fiable obtenida en el mundillo financiero”. Con semejante información no es extraño que lo hagan tan mal. Debieran enterarse que el PP votó en contra porque somos consecuentes cuando decimos que el mayor problema de la economía española es Zapatero, y porque no estamos dispuestos a que se reduzcan las pensiones. La única llamada de Merkel a Rajoy fue para decirle que hiciera lo que mejor conviniera a España. El resto es otra película más que nos cuentan quienes no tienen ni el coraje, ni la coherencia, ni las razones para explicarnos por qué ellos hicieron lo que hicieron.

miércoles, 2 de junio de 2010

Cambios en "Cambios"


El pasado lunes comuniqué a la dirección de Diario de Navarra que daba por finalizada mi colaboración periódica con ellos, en la sección que se denominaba "Cambios", y que había acogido mis artículos semanales desde hace más de seis años.

Agradezco al Diario de Navarra la oportunidad que me ha dado de escribir tantos cientos de artículos, lo que ha supuesto para mi un gran orgullo y un reto intelectual que me ha permitido reflexionar y aprender sobre muchos asuntos. En algún artículo de los publicados mencioné a Ferdinand de Saussure cuando decía eso de que no puede haber pensamiento sin palabra. Escribir ayuda a aclarar las ideas, y es por eso por lo que estos años han sido especialmente provechosos para mi. Espero, en contrapartida, haber contribuido a que los lectores del Diario encontraran ideas interesantes o entretenidas a través de ellos.

Cuando la colaboración se inició quedamos comprometidos por una única regla de confianza. El Diario podía prescindir de mis artículos sin tener que justificar ninguna razón, e igualmente eso era de aplicación para mi. Por tanto, sobra hacer cualquier interpretación sobre lo que el fin de la sección puede significar en estos momentos. Ha sido una decisión libremente adoptada y aceptada, tanto como lo han sido todos los textos que he ido enviando semana tras semana y el Diario de Navarra ha publicado sin ningún tipo de interferencia (salvo la corrección de las faltas de ortografía que a veces cometo).

Seguiré publicando artículos en la línea temática de “Cambios” en este mismo blog, con periodicidad “ad-hoc” y disponibles para su difusión gratuita en cualquier medio que lo quiera hacer.

martes, 1 de junio de 2010

Comentario para la SER Navarra.

(Comentario que se emite hoy en la sección "El apunte", en las emisoras de la Cadena Ser en Navarra)

Los malos novelistas utilizan un truco para intentar mantener la atención del lector. Se trata de intercalar dentro del relato un golpe de efecto, un acontecimiento que haga pensar que la trama argumental es profunda. Por ejemplo, un asesinato en medio de la campiña o un embarazo en una sociedad de ambiente costumbrista. Algo de esto ha pasado cuando el domingo leíamos en la prensa que Sanz había estado a punto de dimitir si no se hubieran aceptado sus pretensiones de apoyar una vez más al moribundo Zapatero. Para pasmo de los lectores, resulta que en la decisión de la semana pasada de UPN parecía incorporarse una oferta “dos por uno”, como en los supermercados. Si Barcina hubiera mantenido su supuesto pulso político, hoy las cosas hubieran sido bien distintas en Navarra y en España, con Sanz y Rodríguez fuera de sus despachos. Pero, ¿de verdad hay que creer esta historia?

Los partidos políticos suelen intentar disimular sus discrepancias internas, porque en ello les va su credibilidad. Lo que nos tenemos que preguntar es por qué razón los dirigentes de UPN cuentan con tanto detalle, minuto a minuto, lo sucedido la semana pasada cuando acabaron siendo el voto decisivo para el recorte social y el mantenimiento de Zapatero. Si lo hacen no es por desahogo, sino por estrategia. Se trata de hacer ver que hay dos corazones, dos “sensibilidades”, como dicen los cursis. Una es Barcina, más pepera, y el otro es Sanz, más socialista. Si son capaces de mostrar un choque controlado, estarán cultivando dos huertas. Nos quieren contar que ella no quería, pero debía. Y que él le obligó, porque vela por la estabilidad institucional de Navarra. Los ingenuos de uno u otro sector quedarán satisfechos pensando que siempre habrá quien vele por sus ideales.

Pero todo es un cuento. Lo que importa es lo que objetivamente pasó. UPN es responsable del tijetertazo y de que hoy Zapatero siga siendo Presidente, y además utilizando para ello un mecanismo de estafa en toda regla a las personas que votaron su lista al Congreso justo para todo lo contrario. Lo que deba venir en adelante no lo sabemos, aunque podemos apostar que va a estar entretenido. Recomiendo que quienes lean esta novela lo hagan sólo por pasar el rato. Los jefes del rancho siguen siendo los mismos, los forajidos somos los que les llevamos la contraria y la supuesta heroína sigue sin saber plantarse ante los villanos.

domingo, 30 de mayo de 2010

Doble chantaje


El mes pasado se hizo en Navarra una encuesta electoral suficientemente fiable que valoró la intención de voto en unas hipotéticas elecciones generales. Las entrevistas se realizaron antes de que el Gobierno de Zapatero anunciara el tijeretazo, como coloquialmente se viene denominando al mayor y más injusto recorte social de nuestra democracia. El resultado indicó que el partido más votado sería el PP, por encima del 30%, seguido del PSOE con un 28% (bajando 6 desde las anteriores), y NaBai que se mantiene en lo que sacó en 2008. UPN sería la cuarta fuerza, perdería el senador y muy probablemente también el diputado. Otros sondeos distintos a este han confirmado el desmoronamiento de los regionalistas: así lo afirmaba el barómetro Cope (que en febrero les otorgaba escaño y en mayo ya no) o el que publica este domingo el periódico El Mundo. Y sea mediante encuestas o simplemente atendiendo al estado de opinión que se palpa en la calle, la cuestión se presenta obvia. Tan obvia, que es dramáticamente ponderada en la sede regionalista.

Traigo a colación lo de la encuesta porque es un elemento que permite explicar una parte de lo ocurrido esta semana pasada, en la que UPN ha permitido que Zapatero siga siendo presidente del Gobierno. No es la única razón de todo lo que hay detrás del voto de Carlos Salvador, pero sí de una parte importante, mucho más allá del vodevil por capítulos que ahora nos quieren contar. UPN sabe que si hay elecciones generales antes de las elecciones forales su futuro será el del desastre. Unas generales en las que van a ser la cuarta fuerza, en las que van a perder representación, y en las que van a encarnar el rostro de la derrota es el peor preámbulo posible para unas elecciones en Navarra. Llegada la cita del 22 de mayo, UPN se presentaría como un partido en declive, a la deriva. Igual que CiU no podía dejar caer a Zapatero porque necesitan ganar primero las catalanas, UPN ha puesto por delante su interés más puramente partidario que el futuro de España. Igual que los nacionalista sólo piensan en su huerta, los napartarras sólo entienden de su conveniencia inmediata. Y si España se desmorona, Zapatero es un cadáver andante y el gobierno está desaparecido en el peor momento económico desde la guerra civil, no es tanto problema como que UPN mantenga algunos escaños más en los que colocar a su gente.

Lo que ha llegado después es cómo nos han contado la novela del proceso de decisión de ese disputado voto. Una mala novela, de las que se sólo se venderían sobadas en el rastro si no fuera por el pábulo que quieren darle los que amparan incondicionalmente el modelo político UPSN, para el que creen necesaria a Barcina.

En UPN se quejaban hace años de que eran malos haciendo márketing, y a fe que se han esforzado en mejorar. La estrategia consiste en poner en circulación tópicos que se van repitiendo y acaban siendo adquiridos por ingenuos. En este episodio, uno de ellos ha sido decir que “Zapatero es el peor presidente de la democracia” (según Barcina), como vacuna ante la decisión que ella misma tomó... ¡de mantener en el poder al “peor presidente de la democracia”! Lo que se ha querido ocultar es que la UPN presidida por Barcina ha aprobado durante este año pasado cosas como el techo de gasto presupuestario (8 de julio), la subida de impuestos (25 de junio) o la financiación autonómica (12 de diciembre), mientras ha facilitado con su abstención la aprobación de los presupuestos del Estado (21 de octubre) o ha votado en contra de la eliminación del ministerio de Igualdad (28 de octubre). Es decir, que en los momentos en los que lo necesitaba, el peor presidente de España ha contado de manera fiel con el voto de la UPN de Barcina, un voto, por ciento, más adepto al zapaterismo que el de ERC o IU.

Luego llegó Sanz. Siempre en su estilo. El que dice que no asiste a los comités de su partido para no interferir, y que cuando hay que adoptar una decisión de este calado convoca una cumbre en su despacho de Palacio. Sanz vuelve a comportarse como un cacique. Lo que hizo en el año 2008 al intentar estafar la voluntad de los votantes a base de quererse quedar para su mera conveniencia con el voto de “mis diputados” le hubiera supuesto el final inmediato a su carrera política en cualquier otra latitud. Pero aquí no, aquí se le consiente. Y como se le consiente, persevera. Al final, según se nos cuenta en la novela de baratillo, llegó a plantear su dimisión con tal de que UPN volviera a ser el felpudo del PSOE. Y dice Sanz que ello hubiera evitado que “España se fuera por el desagüe”. Osea, que justamente quien lo va a evitar es Zapatero con el apoyo del estadista Sanz. Lástima que la falta de criterio político de Barcina no nos haya deparado un “dos por uno”. Estoy convencido de que el tiempo va a demostrar razones enormemente concretas por las que Sanz prefiere morir con los socialistas que mantener la poca dignidad que le quede.

La historia de lo sucedido, según se narra, ofrece alguna reflexión más. Pienso en Carlos Salvador, un buen tipo al que estoy seguro de que van a dejar tirado sus actuales compañeros a pesar de que ha hecho de la obediencia su principal rasgo de comportamiento en esta etapa en la que le toca apretar el botón de su escaño. Lo sentiré por él, igual que siento que se enterara por un diario digital, en la tarde del miércoles, del sentido de su voto. Y la otra reflexión es sobre Yolanda Barcina, a la que siempre tendré respeto personal porque al menos es una mujer educada. Yolanda fue la que dijo en el Comité de su partido que “no hace falta que definamos nuestro voto antes de que lo hagan los demás” (¡justo lo que hipócritamente achacan al PP!), e ingenuamente asumió tomar ella la decisión postrera. Si nos creemos lo publicado hay que deducir que ha sufrido dos chantajes, el de Blanco - Jiménez por una parte y el de Sanz por otra, aunque en el fondo son la misma cosa. Pero además, ese trío calavera de los Sanz, Adanero y Catalán (consejero, no hotelero) que la acorralan en el despacho del primero le están condenado definitivamente. Hacen de ella una marioneta, un ser político al que pretenden situar en la sensibilidad más cercana al PP, cuando en ese espacio ya hay un partido que representa las ideas con más nitidez y solvencia que ella. Barcina quisiera que su desempeño fuera el camino por un jardín de flores, pero acaba de demostrar dos cosas que le van a resultar letales. Una, que ella y sólo ella es quien tenía que tomar la decisión, y tomó la decisión que tomó. Ella ha mantenido a Zapatero, ha reducido las pensiones, ha expropiado a los ayuntamientos la financiación y ha bajado el sueldo a los funcionarios. Y dos, que es incapaz de gobernar su partido, la maraña de intereses inconfesables que ahí se citan, y es ridículo que así quiera gobernar Navarra.