sábado, 21 de noviembre de 2009

El timo de la IRENA


Durante el pasado Debate Sobre el Estado de la Nación, UPN presentó dos propuestas de resolución. Una de ellas pedía el acuerdo entre los dos grandes partidos para articular medidas anticrisis –“consejos vendo y para mi no quiero”- y una segunda requería que el Gobierno de España realizara las gestiones necesarias para que la sede de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estuviera situada en Navarra. El PSOE apoyó las dos, y UPN apoyó todas las que el PSOE quiso, fundamentalmente las que de manera vergonzante loaban la política económica más desastrosa de nuestra historia, la del gobierno de Zapatero y Blanco. Además, el voto de UPN fue el que impidió, por ejemplo, que se obligara a Zapatero a mandar una ley audiovisual al Congreso, para evitar el mangoneo que se traía regulando a golpe de decreto–ley el sector. Como dicen en UPN, “votamos todo lo que beneficia a Navarra, sin importar su origen”. Lo cierto es que la vocación de palanganeros parlamentarios de los socialistas podrá adornarse como se quiera, pero los hechos y las proporciones son incontestables.

Mandé una pregunta por escrito al Gobierno para saber qué hacía en relación con ese supuesto compromiso, sobre todo después de conocerr que la apuesta española había sido la de optar a la dirección del organismo (a favor del ingeniero guipuzcoano Juan Ormazábal, anterior director del CENER). Pues bien,
aunque ocurra una vez de cada mil, en ocasiones el Gobierno responde reconociendo la verdad. Este ha sido el caso en el que se me han reconocido por escrito dos cosas. Una, que efectivamente la alternativa tenía que ser optar a la sede o a la dirección, y España se centró en esto segundo. Y dos, que eso ya era conocido por el Gobierno el día que campanudos firmaban la propuesta de resolución de UPN durante el debate. Es decir, que mientras públicamente se hablaba de la sede del IRENA en Navarra, en secreto se optaba por promocionar al director, por las razones que el PSOE sabrá.

Conviene recordar ahora que
tras la aprobación de esa resolución, tanto la presidente de UPN Yolanda Barcina como el consejero Roig me criticaron duramente cuando denuncié que aquel planteamiento era una tomadura de pelo. Textualmente, en un teletipo del 29 de mayo, Barcina afirmaba que “una de las propuestas presentadas por los regionalistas es la que hace referencia a que la nueva Agencia Internacional de Energías Renovables se ubique en la Comunidad foral, iniciativa que no fue apoyada por los 'populares'”, algo "sorprendente" para Barcina, porque "si hay alguna comunidad que se lo merece es Navarra que es líder en energías renovables y su prestigio está reconocido a nivel internacional". No obstante, destacó que el PSOE sí que apoyó la iniciativa, por lo que mostró su deseo de que esta decisión "no tenga cara y cruz", y que los socialistas "nos apoyen a nosotros y cumplan" en esta materia.

Pues ya se ha visto cómo lo hacen. Hoy se demuestra, mediante una respuesta del propio Gobierno, que
efectivamente aquello era un nuevo timo, con el agravante añadido de que era una situación perfectamente conocida por el propio Gobierno cuando comprometió tal señuelo al diputado de UPN.

La respuesta parlamentaria, además, demuestra que ni el Gobierno de España ni el Gobierno de Navarra han hecho nada por promocionar Navarra como sede de la Agencia. Todo ha sido una distracción con la que se ha querido entretener a la opinión pública navarra, que esconde la incapacidad de unos y la deslealtad de otros.
Todo era un puro engaño, una resolución falaz, una nueva milonga.

Es de esperar que Barcina pida ahora disculpas por lo que entonces dijo, y públicamente recrimine la actuación de los socialistas.
El engaño ha sido tan burdo, que este asunto debería tener alguna consecuencia política. De paso, la sociedad navarra requiere alguna explicación adicional por parte de Roberto Jiménez, especialmente sobre la razón por la que han preferido promocionar al ingeniero guipuzcoano que traer la Agencia a Navarra. A pesar de la rimbombancia que han utilizado en este asunto, al final se demuestra que no han movido un sólo dedo por lograr la sede del IRENA, ya que el Gobierno de España no menciona para nada en sus respuestas las posibilidades de localización en Navarra.

De nuevo se ha visto cómo la unión entre UPN y el PSOE es utilizada para engañar a la gente. Nos hicieron ver que aquella resolución en el Debate sobre el Estado de la Nación era un acuerdo importantísimo. Ha sido un engaño más, c
omparable al del AVE o al de las enmiendas presupuestarias. La incapacidad de unos y la deslealtad de otros son las actitudes que menos se necesitan en unos momentos económica y socialmente tan difíciles como los actuales.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Entrevista en Libertad Digital TV, con César Vidal.

El “veto inicial”

Carta publicada en Diario de Navarra el sábado 14 de noviembre.

Comprendo que en medio del chalaneo en el que algunos han convertido la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado resulte difícil entender el sentido de algunas votaciones. Quisiera aclarar algunas cosas, más que nada para que cada cual asuma lo que le corresponde.

En el momento final de las votaciones, el miércoles por la tarde, nos llegaron al grupo del PP unas transaccionales firmadas por UPN y el PSOE. Una transaccional es una enmienda que transforma otra anterior. Las que se pretendía poner a votación suponían una rebaja considerable de otras anteriores de UPN referidas a subvenciones culturales y algunas obras públicas. Las iniciales sumaban un importe superior a los 20 millones de euros. Las transaccionadas apenas superaban los 4 millones. Nos opusimos a que se tramitaran, lo que implicaba que se deberían votar las originales. El resultado fue que las finalmente aprobadas sumaban más de 6 millones de euros. De haber aceptado el cambalache de última hora entre UPN y el PSOE se hubieran conseguido 2 millones menos. Es un dato objetivo.

En relación con las enmiendas de UPN, el PP votó a favor o se abstuvo en todas ellas, de manera que las que no se aprobaron fueron por el voto en contra del PSOE. A él se pueden dirigir los ayuntamientos de Milagro o Villafranca para pedir explicaciones: debe ser fácil preguntárselo a José Blanco o Roberto Jiménez. Yo voté a favor de todo lo que beneficiaba a Navarra, junto a los otros 152 diputados de mi grupo.

Como navarro me alegro enormemente de que algunas asociaciones culturales vayan a recibir del Estado el dinero que el Gobierno de Navarra les había negado previamente. Al igual que lo voté, haré lo posible para que las cuantías efectivamente se abonen. Pero también me avergüenzo de muchas actitudes que hemos visto recientemente. 6 millones de euros no valen el daño que se le ha hecho a la reputación y defensa de nuestra foralidad. Ese es el precio por el que UPN dio su voto decisivo a una ley de financiación de las autonomías diseñada únicamente para satisfacer al tripartito catalán y sostener a Zapatero en el poder, que perjudica la economía española y enfrenta a unas comunidades con otras.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La defensa del régimen foral, en jaque


La aprobación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) con los votos determinantes de dos diputados navarros es un hecho de una enorme irresponsabilidad, que a buen seguro tendrá consecuencias muy negativas no sólo para el conjunto de España, sino particularmente para Navarra y para la propia defensa del régimen foral que venimos disfrutando. En el caso de UPN, al ser el partido que gobierna Navarra, es un hecho político de una extrema gravedad. Tradicionalmente la Comunidad Foral se ha abstenido en las decisiones que afectan al régimen común, que era una manera de recabar también el respeto de las demás comunidades hacia el hecho foral. En la votación de la LOFCA el voto de UPN ha sido determinante: su sola abstención hubiera evitado que la ley siguiera adelante.

De esta manera, y por poner un ejemplo, el partido que gobierna en Navarra ha decidido cómo debe ser la financiación de La Rioja, en contra de los intereses de ésta última comunidad. Luego aparecerán las quejas y las ofensas cuando desde La Rioja, por seguir el mismo ejemplo, recurran una norma tributaria de Navarra que presuntamente les perjudique. Con la votación de hoy, UPN ha puesto en jaque la defensa de nuestro régimen foral, al que se le perderá el respeto en la misma medida en que UPN se ha arrogado la decisión de imponer el régimen de financiación de todas las demás comunidades autónomas españolas, una parte importante de las cuales no están conformes con el nuevo sistema.


Como añadido, debiéramos recordar que el propio consejero de Economía y Hacienda de Navarra dijo que el nuevo sistema, si acaso, era perjudicial para Navarra, porque generaba mayor déficit en el Estado, déficit que también repercute a la Comunidad Foral por un principio de unidad de espacio económico.
Además, se ha comprobado que queda en nada ese bonito discurso de UPN de apelar a los consensos de los dos grandes partidos en las cuestiones de Estado. Está visto que cuando ese consenso no se produce, el sitio de UPN está incondicionalmente donde estén Zapatero y Blanco. El voto de UPN podría haber supuesto la devolución de la LOFCA y la obligación del Gobierno de volverla a negociar. Pero no. UPN ha preferido venderse por un plato de lentejas, concretamente por los 6 millones de euros en enmiendas para asociaciones culturales que ayer fueron negociadas con el PSOE. Nunca un asunto de tanta relevancia tuvo una contraprestación tan misérrima. Así se está escribiendo la historia de España.

UPN está destrozando unos principios y unos valores que son los que secularmente han servido para defender el régimen diferenciado de Navarra.
No hay lealtad ni capacidad de participar responsablemente en el proyecto común. La persistencia constitucional del régimen foral de Navarra se ha podido mantener justamente gracias a la lealtad que se ha tenido al proyecto común de España. No es leal ser determinantes en la aprobación de una norma como la LOFCA que debe ser capaz de vertebrar el Estado, pero que ha nacido fruto de la mera necesidad de mantenimiento de Zapatero en el poder. No es leal con España desequilibrar la balanza en favor de unos contra otros. No es leal tomar una decisión guiada tan sólo por intereses tan lugareños. Lamentablemente, el modo de actuar de UPN va a comprometer la capacidad de defender la singularidad navarra de ahora en adelante.


Es hora ya de que Yolanda Barcina salga del limbo en el que vive y diga claramente si es corresponsable con la decisión que hoy ha representado el diputado del partido que preside. Es hora de que explique por qué se ha tomado una decisión dañina para España y que en nada beneficia a Navarra. Y es hora de que explique cómo cree ella que así se defiende Navarra y se fortalece España. Que lo diga, si Sanz se lo permite.


La diputada de Nafarroa Bai expresó el martes que pensaba apoyar la LOFCA por la identidad de objetivos políticos que tiene con ERC. Es decir, NaBai vota la LOFCA porque así se lo pide un partido independentista, lo cual es comprensible en el caso de formaciones con un mismo carácter nacionalista. La pregunta que muchos navarros se hacen es qué hace UPN dentro de ese mismo enjuague, qué se gana con ello, y sobre todo por qué prostituyen los votos que en 2008 se concedieron a la lista de la coalición UPN - PP, que es la que ha llevado a Carlos Salvador a su escaño. Los votantes navarros de esa candidatura deben saber que con su voto se está apoyando a Zapatero y a ERC a la vez, y en un hecho sin precedentes se ha debilitado la legitimidad de nuestro régimen diferenciado.

lunes, 9 de noviembre de 2009

La Escuela Económica Lugareña o los paradigmas de la inconsistencia.


Una de las preguntas del “Navarrómetro” planteaba a los encuestados cómo creían que el gobierno de España y el de Navarra, respectivamente, estaban afrontando la crisis económica. En el caso del España, sólo el 15% decían que lo estaban haciendo “bien o muy bien”. Para la misma pregunta y calificación, en el caso de Navarra se alcanzaba un 34%. Es decir, el ciudadano es algo más benigno al juzgar la labor más cercana que la de las alturas. Aun así, un 34% es bastante poca cosa, si damos por hecho que las medidas adoptadas en Navarra cuentan recurrentemente con la aprobación de UPN y el PSN, y ambos suponen cerca de un 70% del electorado.

La impresión -no deja de ser eso- ciudadana es fruto de no poca propaganda. Lo del “plan anticrisis” del Gobierno de Navarra ha sido un mantra que se inserta en cualquier intervención pública de quienes actualmente nos cogobiernan. Incluso dio lugar a aquella chusca operación manipuladora durante las elecciones europeas que supuso la intervención de la Junta Electoral. Recordemos el grotesco episodio: por primera vez en la historia de nuestro país, se obligaba a un gobierno a retirar un anuncio institucional... por hacer publicidad de un partido político que no pertenecía a tal gobierno. A la cantinela del “plan anticrisis” se han unido genialidades tales como promulgar enfáticamente que la subvención de bienes de consumo es la vía para salir del marasmo económico. Es sabido que a alguna lumbrera se le ocurrió lo de los 100 euritos de regalo a quien comprara una tele, lo que supuso, como es lógico, que los aparatos pasaran a incrementar su precio en esa misma cantidad.

Pero si atendemos a los datos, la crisis en Navarra está siendo proporcionalmente más dañina que en el resto de España, o al menos progresa con más rapidez. El peor efecto de la crisis es el paro, nadie lo duda, y los datos del desempleo publicados hace pocos días reflejan las cosas tal como son. La subida mensual en Navarra fue del 3,71% en octubre, frente al 2,67% en España. En términos interanuales, la subida fue del 41,45% en Navarra y del 35,14% en España. Es decir, que aquí se está destruyendo empleo a una velocidad objetivamente mayor que en el conjunto del país, que ya es decir. Para quienes aborrezcan la estadística es recomendable una mera lectura de los periódicos locales, que no dejan de informar de algún ERE nuevo cada día.

La razón por la que Navarra no está mitigando la crisis -a pesar de disponer como dispone de una amplia capacidad de intervención pública regulatoria de ingresos y gastos- no hace falta elucubrarla mucho. Lo que está pasando es que en Navarra se hace lo que dice el Partido Socialista, y punto. Así, la calamitosa política económica llevada a cabo por Zapatero se implanta tal cual en los predios de Sanz, Jiménez mediante. Si un día se aplica la deducción de los 400 euros (sí, la que anunció Zapatero en un mitin electoral de su partido), aquí también. Si al año siguiente hay que eliminarla, aquí también. Si en España se suben los impuestos, en Navarra se aplica sin anestesia la misma fórmula; a Sanz no le han dejado ni desarrollar esa pacata compensación de la que habló en el Parlamento en un debate reciente. Y así una tras otra.

Pero sin duda lo peor de todo, desde el punto de vista de la solvencia de las cuentas públicas y de la autonomía política de la que queremos disponer, es el camino que lleva el déficit en Navarra. La Comunidad Foral acumulará al final de la legislatura más de 1000 millones de euros de nueva deuda desde que en 2008 comenzaron a caer los ingresos. El anodadado Gobierno de Navarra, con el área económica más mediocre que recuerdan los tiempos, es incapaz de tomar el timón de una situación que se torna calamitosa. La conclusión es la osca que hoy crece irresponsablemente, y que condicionará sí-o-sí nuestro futuro. Ese genuino representante de la Escuela Económica Lugareña, Roberto Jiménez, decía hace unos pocos días que “la deuda de Navarra no es un problema”. No lo será para él y para la cuadrilla de frívolos que le ampara, también los que actúan sumisos a sus heterodoxias. Navarra será una de las sólo 5 comunidades que aumenten su presupuesto el año que viene, obra y gracia de ese oscuro acuerdo dominical -casi mejor no imaginarse la escena ni lo que había sobre la mesa- entre Sanz y Jiménez. Lo que ni uno ni otro se atreven a decir a la gente es que por primera vez en nuestra historia la deuda sufraga el gasto corriente, desbocado reflejo de un modelo político que agoniza. En época de Urralburu, al menos el déficit fue causado por la regularización del Convenio Económico y por las obras que entonces menudearon, como las rondas de Pamplona o la autovía del norte. Ahora, el duo representante de la vanguardista Escuela Económica Lugareña ve pasar el tiempo que queda hasta las elecciones gastando el dinero que no existe y haciendo propaganda “anticrisis”. Y nada, a esperar “oído cocina” a que llegue la siguiente ocurrencia de Zapatero. Para eso queremos la foralidad.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¡Gracias!

La Comisión Organizadora del Congreso del Partido Popular de Navarra confirmó que han sido entregados los avales de los afiliados en número suficiente como para poder presentarme a la presidencia del partido. Lo primero que corresponde hacer es agradecer a todos quienes los han firmado por la confianza que me prestan, y el modo responsable en que han entendido que debían participar como afiliados en este momento tan importante. También quiero agradecer el trabajo de quienes han colaborado en esta labor durante la semana, llamando a los afiliados que conocían y recogiendo las hojas de firmas. Creo que todos hemos vivido un momento de vitalidad política que espero veamos prolongarse en todo nuestro futuro.

El proceso de recogida de avales es una muestra de la democracia interna que practicamos en este partido. Cualquier militante ha podido presentarse. Quienes lo hicimos estábamos sujetos a las mismas normas de funcionamiento, que en mi caso he respetado de manera absoluta. Precisamente, cumplir con las exigencias reglamentarias es lo que garantiza la igualdad de oportunidades y el cariz democrático del proceso. Normas iguales nos hacen iguales, y suponen la expresión esencial de nuestra democracia interna. No se puede, por tanto, desacreditar el proceso cuando se incumple lo prescrito para todos por igual.

Soy consciente de que lo que hemos vivido en los últimos días no ha sido todo lo pacífico que debiera. La Comisión Organizadora ha mostrado su indignación por el comportamiento de la otra pre-candidata. Yo, en este momento, sólo quiero decir que comparto esa indignación. Aun así, no voy a detallar ni calificar en mayor medida el comportamiento de la pre-candidata desde que anunció sus pretensiones. Podría hacerlo con profusión de detalles y aspectos. Pero creo que no debo. En el camino que he iniciado hacia la presidencia del partido tengo la obligación de propiciar la unidad y la participación de todos en este proyecto, porque sé que es posible que todos podamos aportar cosas valiosas en esta labor. Desde esa responsabilidad sigo con la mano tendida para todos los que quieran trabajar lealmente, porque a todos nos conviene hacer así las cosas. No rechazaré ninguna aportación. No es momento, por tanto, de revivir el pasado, sino de mirar ambiciosamente hacia el futuro.

Quisiera que los días que quedan hasta el congreso los aprovecháramos bien. Un error de los partidos políticos es mirarse mucho a sí mismos y no mirar más a la sociedad a la que deben servir. Debemos esforzarnos en crear unas buenas ponencias que condensen nuestras ideas, y en utilizar el congreso para mostrar la capacidad que tenemos de aportar cosas positivas a la vida cotidiana de la gente. Se trata de fortalecer Navarra y España fortaleciendo nuestra libertad y capacidad de obrar en conjunto. De aquí al día 12 quiero reunirme con todos los afiliados para comentar abiertamente en qué puede consistir este proyecto, y cómo hacerlo fértil para la sociedad a la que nos debemos.