miércoles, 23 de diciembre de 2009

Totalitarismo en Navarra


El martes 22 de diciembre llegaba el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, a la sesión parlamentaria convocada para aprobar los presupuestos forales para 2010. En el hall del Parlamento se detiene para atender a los periodistas que siguen habitualmente la actividad política. Al referirse a la cuestión, Sanz me alude de manera premeditada y sin que nadie le hubiera mencionado ni mi nombre ni mi partido. Textualmente dice que "la verdad es la verdad, diga lo que diga Santiago Cervera, que critica la política económica del Gobierno desde una posición francamente complicada para él, porque ni vive en Navarra, ni padece en Navarra, ni sufre en Navarra, ni sueña en Navarra". Los periodistas son testigos de que no medió interpelación alguna que justificara el ataque. Era lo que Sanz quería decir, y lo que Sanz dijo, sin otra razón que su mera voluntad. Como corresponde, tuve que sacar una nota pública respondiendo a Sanz, en la que me expresé quejándome de que se utilizaran tales ataques personales y se buscara por parte del presidente foral la bronca continua. Añado un dato: hasta ese momento, ni el PPN ni yo mismo habíamos dicho una sola palabra sobre los presupuestos de Navarra para 2010. La arremetida del de Corella fue una acción iniciada en él mismo, con un propósito que él bien sabe.

A partir de los hecho, cabe hacer algún nuevo comentario. Hay quienes creen que la actitud de Sanz se corresponde con una estrategia de reparto de papeles en el que se turna con Barcina, tal vez pretendiendo cada cual cuidar una parte de la viña electoral. Sanz macarrea al PP, complaciendo al PSN, y Barcina pone buenas palabras al PP y a su vez es criticada por los de Jiménez. Algunos observadores de la política navarra discuten si efectivamente el reparto de papeles es tal, o en cambio es cierto que coexiste una bicefalia en UPN condenada a la autolisis. La disquisición es inútil, un mero entretenimiento. En mi opinión, lo que vemos es parte de un juego propio de un partido que necesita mantenerse en el poder a toda costa, y está representado al alimón por dos personas de trayectoria vital algo diferente. Sanz es un socialista más. Es conocido que estuvo afiliado a la UGT y las actuales coyunturas políticas -su indigna postración de hinojos ante Pepiño y Zapatero para mantener poltrona- le ha permitido sacar el espíritu político que siempre llevaba dentro, completando el único caso conocido en la historia política reciente de giro de 360 grados, del socialismo al derechismo para volver al socialismo. Barcina, en cambio, educada en la Universidad de Navarra y de visión burguesa, tiene una actitud personal distinta, pero está embarcada en el mismo empeño que su predecesor. Se encargan de recordárselo el ingente número de personajillos que basculan entre el sanzismo que no muere y el barcinismo que no nace, identificados todos por la necesidad de seguir medrando como sea. Ambos se complementan, y ambos conectan con la idea de que el poder político en Navarra contiene muchos más planos, rige no pocos entramados económicos y se nutre de amistades y clanes sempiternos.

Aparte del análisis, lo que verdaderamente importa del caso es algo mucho más sustancial. Lo que Sanz ha pretendido con sus bravatas es, simple y llanamente, decretar mi muerte política en Navarra. Es un acto de totalitarismo, un acto orientado a anular a quien puede inquietar al “clan de la gobernabilidad & friends” y señalar sus muchas vergüenzas. Las palabras de Sanz, propias de un cacique que no quiere que nadie atraviese por su pueblo para que no vea sus inmundicias, denotan una actitud impropia de un presidente democrático. El ataque personal sólo tiene un objetivo, que es coaccionar y reducir al máximo las capacidades políticas de quien es atacado. Esa y no otra es la pretensión; esa y no otra es la categoría esencial de lo que actualmente está pasando en la política navarra. Las palabras que se me dirigieron cobran un sentido pleno si recordamos además aquello que decía hace poco el Secretario General de UPN, Carlos García Adanero, cuando expresaba que el PP no es un partido “necesario en Navarra”. De nuevo, la exclusión y el totalitarismo en estado puro. Estoy seguro que no dijo nada similar cuando apareció, por poner un ejemplo, el Partido del Cannabis. Ellos sí parecen ser algo necesario, nosotros no. UPN ha elaborado una estrategia no sólo de provocación constante contra el PPN, sino con la intención de anularnos, de constreñir todas las posibilidades que tengamos de desarrollar nuestro proyecto político de cara a los ciudadanos. Poco nos conocen, poco me conocen. Con la tranquilidad que nos da no tener que servir inconfesablemente a otros señores que no sean los ciudadanos navarros, el futuro es nuestro. Ellos, con su actitud, se quedan instalados en otro sitio, a merced de intereses políticos y clientelares difícilmente confesables.

Por último, un comentario postrero. Dice el refrán que quien calla, otorga. Barcina sigue instalada en un estruendoso silencio ante este intento totalitario de expulsarnos de la acción política en Navarra, ante este cúmulo de ataques y descalificaciones siniestras. Convendría que algún día dijera algo. Más que nada, para que quede algo más despejado el futuro de todos.

martes, 22 de diciembre de 2009

El obsceno contraste con la realidad


Era el 26 de diciembre de 2008. La prensa recogía un artículo de Álvaro Miranda, Vicepresidente económico del Gobierno de Navarra, ampulosamente titulado “4.301 compromisos con los ciudadanos”. Uno por cada millón de euros del presupuesto para Navarra aprobado en aquel momento, por lo que parecía. La cifra de la que se ufanaba Miranda era la resultante del pacto presupuestario entre UPN y el PSN, en los onerosos términos habituales: un presupuesto que acaba sin tener dueño, por la cuchara que meten en él los del clan de la “gobernabilidad”. En el artículo, Miranda decía textualmente que “sin duda, la máxima preocupación del Gobierno de Navarra para 2009 es el mantenimiento del empleo, y estos presupuestos de Navarra serán eficaces para este fin”.

Un año después, el paro ha crecido en Navarra a una velocidad superior a la del conjunto de España, que es a su vez la peor progresión de toda la Unión Europea. Las cifras son las que son. De noviembre de 2008 a noviembre de 2009, el paro creció en la Comunidad Foral el 30,1%, mientras que en España lo hizo el 29,4%, según datos de Servicio Estatal de Empleo. En Navarra hay 39.249 parados, que si vivieran todos en la misma ciudad sería la segunda mayor población de todas, sólo detrás de Pamplona y con cerca de 7.000 habitantes más que Tudela. Hay 9.081 parados más en Navarra durante el periodo de vigencia de esos presupuestos que Miranda decía que estaban “especialmente diseñados para hacer frente a la crisis económica”.

La tozudez de los hechos -el fracaso de la petulancia con la que se aprobaron aquellas cuentas- no ha evitado que volvamos a escuchar parecidas soflamas, para consumo de indolentes o sandios. Incluso Sanz ha declarado que la Comunidad Foral está siendo "la mejor en el campeonato" por salir de la crisis económica, y ha vuelto a argumentar que los Presupuestos de Navarra pactados por UPN y PSN para el año 2010 serán un "buen instrumento" para combatir la actual coyuntura económica. La “mejor en el campeonato” debe ser la que porcentualmente más desempleo genera, si miramos objetivamente los registros, mirada mucho más recomendable que la de la propaganda de algunos desahogados.

El problema es que estos intrépidos (los Sanz, Miranda y Jiménez, entro otros más) vienen a contar la historia de que Navarra está aplicando mejores políticas contra la crisis y que seguimos siendo los “barbis” del mundo en ello, lo que no deja de ser un ejemplo más del autoconformismo y la arrogancia con la que se despachan habitualmente. Esa autosatisfacción, en obsceno contraste con la realidad, es lo peor que nos podemos merecer. Si hubiera un poco de realismo se reconocería que Navarra mantiene una parte importante de su actividad económica gracias a Volkswagen, que fabrica un modelo de vehículo que se ha adaptado mejor que otros a la crisis de consumo mundial, y que se está beneficiando particularmente de las políticas de estímulo de terceros países, especialmente Alemania. Si no fuera así, el descalabro sería absoluto. Y si es así, no lo es por la labor política de los del clan de la “gobernabilidad”, sino por una mera ventaja en términos comerciales de un producto que en Navarra supone una parte importantísima de nuestra producción industrial. Bastaría con que se mirara la tabla de nuestra balanza comercial para darse cuenta de ello. Aquí algunos prefieren, en cambio, contarnos un cuento que ya resulta insultante para los muchos que no quieren ser engañados una vez más.

Los presupuestos de este año, igual que los del anterior, alojan una nueva mala noticia para los contribuyentes. El aumento escandaloso de la deuda (Navarra es una de las sólo cinco comunidades autónomas que aumentan la cifra de gasto a pesar de que siguen cayendo los ingresos), que es un baldón para cualquier futuro que imaginemos. Esta misma semana, el Banco de España publicaba las cifras del endeudamiento de las regiones españolas, y se comprobaba que Navarra mostraba un comportamiento vulgar, peor que unas cuantas regiones del régimen común. Se supone que si disponemos de un control más amplio que las demás en materia de ingresos y gastos (esa es la consecuencia de nuestro régimen foral), lo que debería ocurrir es que lo usáramos para hacer mejor las cosas. Pues no. Los Sanz, Miranda y Jiménez nos lleva indefectiblemente al pelotón de los más torpes, gracias a su empeños en calcar impunemete la política de Zapatero en nuestra escala económica e institucional.



Y el estrambote es este año el mismo que el pasado. Miranda filtra a la prensa que ha comprado décimos de lotería con las cifras del presupuesto, como si tuvieran por sí mismas un efecto taumatúrgico ante el desastre que contienen y del que él es responsable. A la incompetencia añade frivolidad. Aunque el mensaje puede interpretarse también de cierta manera: con estos listos, sólo nos queda confiar en la suerte.

sábado, 21 de noviembre de 2009

El timo de la IRENA


Durante el pasado Debate Sobre el Estado de la Nación, UPN presentó dos propuestas de resolución. Una de ellas pedía el acuerdo entre los dos grandes partidos para articular medidas anticrisis –“consejos vendo y para mi no quiero”- y una segunda requería que el Gobierno de España realizara las gestiones necesarias para que la sede de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estuviera situada en Navarra. El PSOE apoyó las dos, y UPN apoyó todas las que el PSOE quiso, fundamentalmente las que de manera vergonzante loaban la política económica más desastrosa de nuestra historia, la del gobierno de Zapatero y Blanco. Además, el voto de UPN fue el que impidió, por ejemplo, que se obligara a Zapatero a mandar una ley audiovisual al Congreso, para evitar el mangoneo que se traía regulando a golpe de decreto–ley el sector. Como dicen en UPN, “votamos todo lo que beneficia a Navarra, sin importar su origen”. Lo cierto es que la vocación de palanganeros parlamentarios de los socialistas podrá adornarse como se quiera, pero los hechos y las proporciones son incontestables.

Mandé una pregunta por escrito al Gobierno para saber qué hacía en relación con ese supuesto compromiso, sobre todo después de conocerr que la apuesta española había sido la de optar a la dirección del organismo (a favor del ingeniero guipuzcoano Juan Ormazábal, anterior director del CENER). Pues bien,
aunque ocurra una vez de cada mil, en ocasiones el Gobierno responde reconociendo la verdad. Este ha sido el caso en el que se me han reconocido por escrito dos cosas. Una, que efectivamente la alternativa tenía que ser optar a la sede o a la dirección, y España se centró en esto segundo. Y dos, que eso ya era conocido por el Gobierno el día que campanudos firmaban la propuesta de resolución de UPN durante el debate. Es decir, que mientras públicamente se hablaba de la sede del IRENA en Navarra, en secreto se optaba por promocionar al director, por las razones que el PSOE sabrá.

Conviene recordar ahora que
tras la aprobación de esa resolución, tanto la presidente de UPN Yolanda Barcina como el consejero Roig me criticaron duramente cuando denuncié que aquel planteamiento era una tomadura de pelo. Textualmente, en un teletipo del 29 de mayo, Barcina afirmaba que “una de las propuestas presentadas por los regionalistas es la que hace referencia a que la nueva Agencia Internacional de Energías Renovables se ubique en la Comunidad foral, iniciativa que no fue apoyada por los 'populares'”, algo "sorprendente" para Barcina, porque "si hay alguna comunidad que se lo merece es Navarra que es líder en energías renovables y su prestigio está reconocido a nivel internacional". No obstante, destacó que el PSOE sí que apoyó la iniciativa, por lo que mostró su deseo de que esta decisión "no tenga cara y cruz", y que los socialistas "nos apoyen a nosotros y cumplan" en esta materia.

Pues ya se ha visto cómo lo hacen. Hoy se demuestra, mediante una respuesta del propio Gobierno, que
efectivamente aquello era un nuevo timo, con el agravante añadido de que era una situación perfectamente conocida por el propio Gobierno cuando comprometió tal señuelo al diputado de UPN.

La respuesta parlamentaria, además, demuestra que ni el Gobierno de España ni el Gobierno de Navarra han hecho nada por promocionar Navarra como sede de la Agencia. Todo ha sido una distracción con la que se ha querido entretener a la opinión pública navarra, que esconde la incapacidad de unos y la deslealtad de otros.
Todo era un puro engaño, una resolución falaz, una nueva milonga.

Es de esperar que Barcina pida ahora disculpas por lo que entonces dijo, y públicamente recrimine la actuación de los socialistas.
El engaño ha sido tan burdo, que este asunto debería tener alguna consecuencia política. De paso, la sociedad navarra requiere alguna explicación adicional por parte de Roberto Jiménez, especialmente sobre la razón por la que han preferido promocionar al ingeniero guipuzcoano que traer la Agencia a Navarra. A pesar de la rimbombancia que han utilizado en este asunto, al final se demuestra que no han movido un sólo dedo por lograr la sede del IRENA, ya que el Gobierno de España no menciona para nada en sus respuestas las posibilidades de localización en Navarra.

De nuevo se ha visto cómo la unión entre UPN y el PSOE es utilizada para engañar a la gente. Nos hicieron ver que aquella resolución en el Debate sobre el Estado de la Nación era un acuerdo importantísimo. Ha sido un engaño más, c
omparable al del AVE o al de las enmiendas presupuestarias. La incapacidad de unos y la deslealtad de otros son las actitudes que menos se necesitan en unos momentos económica y socialmente tan difíciles como los actuales.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Entrevista en Libertad Digital TV, con César Vidal.

El “veto inicial”

Carta publicada en Diario de Navarra el sábado 14 de noviembre.

Comprendo que en medio del chalaneo en el que algunos han convertido la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado resulte difícil entender el sentido de algunas votaciones. Quisiera aclarar algunas cosas, más que nada para que cada cual asuma lo que le corresponde.

En el momento final de las votaciones, el miércoles por la tarde, nos llegaron al grupo del PP unas transaccionales firmadas por UPN y el PSOE. Una transaccional es una enmienda que transforma otra anterior. Las que se pretendía poner a votación suponían una rebaja considerable de otras anteriores de UPN referidas a subvenciones culturales y algunas obras públicas. Las iniciales sumaban un importe superior a los 20 millones de euros. Las transaccionadas apenas superaban los 4 millones. Nos opusimos a que se tramitaran, lo que implicaba que se deberían votar las originales. El resultado fue que las finalmente aprobadas sumaban más de 6 millones de euros. De haber aceptado el cambalache de última hora entre UPN y el PSOE se hubieran conseguido 2 millones menos. Es un dato objetivo.

En relación con las enmiendas de UPN, el PP votó a favor o se abstuvo en todas ellas, de manera que las que no se aprobaron fueron por el voto en contra del PSOE. A él se pueden dirigir los ayuntamientos de Milagro o Villafranca para pedir explicaciones: debe ser fácil preguntárselo a José Blanco o Roberto Jiménez. Yo voté a favor de todo lo que beneficiaba a Navarra, junto a los otros 152 diputados de mi grupo.

Como navarro me alegro enormemente de que algunas asociaciones culturales vayan a recibir del Estado el dinero que el Gobierno de Navarra les había negado previamente. Al igual que lo voté, haré lo posible para que las cuantías efectivamente se abonen. Pero también me avergüenzo de muchas actitudes que hemos visto recientemente. 6 millones de euros no valen el daño que se le ha hecho a la reputación y defensa de nuestra foralidad. Ese es el precio por el que UPN dio su voto decisivo a una ley de financiación de las autonomías diseñada únicamente para satisfacer al tripartito catalán y sostener a Zapatero en el poder, que perjudica la economía española y enfrenta a unas comunidades con otras.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La defensa del régimen foral, en jaque


La aprobación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) con los votos determinantes de dos diputados navarros es un hecho de una enorme irresponsabilidad, que a buen seguro tendrá consecuencias muy negativas no sólo para el conjunto de España, sino particularmente para Navarra y para la propia defensa del régimen foral que venimos disfrutando. En el caso de UPN, al ser el partido que gobierna Navarra, es un hecho político de una extrema gravedad. Tradicionalmente la Comunidad Foral se ha abstenido en las decisiones que afectan al régimen común, que era una manera de recabar también el respeto de las demás comunidades hacia el hecho foral. En la votación de la LOFCA el voto de UPN ha sido determinante: su sola abstención hubiera evitado que la ley siguiera adelante.

De esta manera, y por poner un ejemplo, el partido que gobierna en Navarra ha decidido cómo debe ser la financiación de La Rioja, en contra de los intereses de ésta última comunidad. Luego aparecerán las quejas y las ofensas cuando desde La Rioja, por seguir el mismo ejemplo, recurran una norma tributaria de Navarra que presuntamente les perjudique. Con la votación de hoy, UPN ha puesto en jaque la defensa de nuestro régimen foral, al que se le perderá el respeto en la misma medida en que UPN se ha arrogado la decisión de imponer el régimen de financiación de todas las demás comunidades autónomas españolas, una parte importante de las cuales no están conformes con el nuevo sistema.


Como añadido, debiéramos recordar que el propio consejero de Economía y Hacienda de Navarra dijo que el nuevo sistema, si acaso, era perjudicial para Navarra, porque generaba mayor déficit en el Estado, déficit que también repercute a la Comunidad Foral por un principio de unidad de espacio económico.
Además, se ha comprobado que queda en nada ese bonito discurso de UPN de apelar a los consensos de los dos grandes partidos en las cuestiones de Estado. Está visto que cuando ese consenso no se produce, el sitio de UPN está incondicionalmente donde estén Zapatero y Blanco. El voto de UPN podría haber supuesto la devolución de la LOFCA y la obligación del Gobierno de volverla a negociar. Pero no. UPN ha preferido venderse por un plato de lentejas, concretamente por los 6 millones de euros en enmiendas para asociaciones culturales que ayer fueron negociadas con el PSOE. Nunca un asunto de tanta relevancia tuvo una contraprestación tan misérrima. Así se está escribiendo la historia de España.

UPN está destrozando unos principios y unos valores que son los que secularmente han servido para defender el régimen diferenciado de Navarra.
No hay lealtad ni capacidad de participar responsablemente en el proyecto común. La persistencia constitucional del régimen foral de Navarra se ha podido mantener justamente gracias a la lealtad que se ha tenido al proyecto común de España. No es leal ser determinantes en la aprobación de una norma como la LOFCA que debe ser capaz de vertebrar el Estado, pero que ha nacido fruto de la mera necesidad de mantenimiento de Zapatero en el poder. No es leal con España desequilibrar la balanza en favor de unos contra otros. No es leal tomar una decisión guiada tan sólo por intereses tan lugareños. Lamentablemente, el modo de actuar de UPN va a comprometer la capacidad de defender la singularidad navarra de ahora en adelante.


Es hora ya de que Yolanda Barcina salga del limbo en el que vive y diga claramente si es corresponsable con la decisión que hoy ha representado el diputado del partido que preside. Es hora de que explique por qué se ha tomado una decisión dañina para España y que en nada beneficia a Navarra. Y es hora de que explique cómo cree ella que así se defiende Navarra y se fortalece España. Que lo diga, si Sanz se lo permite.


La diputada de Nafarroa Bai expresó el martes que pensaba apoyar la LOFCA por la identidad de objetivos políticos que tiene con ERC. Es decir, NaBai vota la LOFCA porque así se lo pide un partido independentista, lo cual es comprensible en el caso de formaciones con un mismo carácter nacionalista. La pregunta que muchos navarros se hacen es qué hace UPN dentro de ese mismo enjuague, qué se gana con ello, y sobre todo por qué prostituyen los votos que en 2008 se concedieron a la lista de la coalición UPN - PP, que es la que ha llevado a Carlos Salvador a su escaño. Los votantes navarros de esa candidatura deben saber que con su voto se está apoyando a Zapatero y a ERC a la vez, y en un hecho sin precedentes se ha debilitado la legitimidad de nuestro régimen diferenciado.

lunes, 9 de noviembre de 2009

La Escuela Económica Lugareña o los paradigmas de la inconsistencia.


Una de las preguntas del “Navarrómetro” planteaba a los encuestados cómo creían que el gobierno de España y el de Navarra, respectivamente, estaban afrontando la crisis económica. En el caso del España, sólo el 15% decían que lo estaban haciendo “bien o muy bien”. Para la misma pregunta y calificación, en el caso de Navarra se alcanzaba un 34%. Es decir, el ciudadano es algo más benigno al juzgar la labor más cercana que la de las alturas. Aun así, un 34% es bastante poca cosa, si damos por hecho que las medidas adoptadas en Navarra cuentan recurrentemente con la aprobación de UPN y el PSN, y ambos suponen cerca de un 70% del electorado.

La impresión -no deja de ser eso- ciudadana es fruto de no poca propaganda. Lo del “plan anticrisis” del Gobierno de Navarra ha sido un mantra que se inserta en cualquier intervención pública de quienes actualmente nos cogobiernan. Incluso dio lugar a aquella chusca operación manipuladora durante las elecciones europeas que supuso la intervención de la Junta Electoral. Recordemos el grotesco episodio: por primera vez en la historia de nuestro país, se obligaba a un gobierno a retirar un anuncio institucional... por hacer publicidad de un partido político que no pertenecía a tal gobierno. A la cantinela del “plan anticrisis” se han unido genialidades tales como promulgar enfáticamente que la subvención de bienes de consumo es la vía para salir del marasmo económico. Es sabido que a alguna lumbrera se le ocurrió lo de los 100 euritos de regalo a quien comprara una tele, lo que supuso, como es lógico, que los aparatos pasaran a incrementar su precio en esa misma cantidad.

Pero si atendemos a los datos, la crisis en Navarra está siendo proporcionalmente más dañina que en el resto de España, o al menos progresa con más rapidez. El peor efecto de la crisis es el paro, nadie lo duda, y los datos del desempleo publicados hace pocos días reflejan las cosas tal como son. La subida mensual en Navarra fue del 3,71% en octubre, frente al 2,67% en España. En términos interanuales, la subida fue del 41,45% en Navarra y del 35,14% en España. Es decir, que aquí se está destruyendo empleo a una velocidad objetivamente mayor que en el conjunto del país, que ya es decir. Para quienes aborrezcan la estadística es recomendable una mera lectura de los periódicos locales, que no dejan de informar de algún ERE nuevo cada día.

La razón por la que Navarra no está mitigando la crisis -a pesar de disponer como dispone de una amplia capacidad de intervención pública regulatoria de ingresos y gastos- no hace falta elucubrarla mucho. Lo que está pasando es que en Navarra se hace lo que dice el Partido Socialista, y punto. Así, la calamitosa política económica llevada a cabo por Zapatero se implanta tal cual en los predios de Sanz, Jiménez mediante. Si un día se aplica la deducción de los 400 euros (sí, la que anunció Zapatero en un mitin electoral de su partido), aquí también. Si al año siguiente hay que eliminarla, aquí también. Si en España se suben los impuestos, en Navarra se aplica sin anestesia la misma fórmula; a Sanz no le han dejado ni desarrollar esa pacata compensación de la que habló en el Parlamento en un debate reciente. Y así una tras otra.

Pero sin duda lo peor de todo, desde el punto de vista de la solvencia de las cuentas públicas y de la autonomía política de la que queremos disponer, es el camino que lleva el déficit en Navarra. La Comunidad Foral acumulará al final de la legislatura más de 1000 millones de euros de nueva deuda desde que en 2008 comenzaron a caer los ingresos. El anodadado Gobierno de Navarra, con el área económica más mediocre que recuerdan los tiempos, es incapaz de tomar el timón de una situación que se torna calamitosa. La conclusión es la osca que hoy crece irresponsablemente, y que condicionará sí-o-sí nuestro futuro. Ese genuino representante de la Escuela Económica Lugareña, Roberto Jiménez, decía hace unos pocos días que “la deuda de Navarra no es un problema”. No lo será para él y para la cuadrilla de frívolos que le ampara, también los que actúan sumisos a sus heterodoxias. Navarra será una de las sólo 5 comunidades que aumenten su presupuesto el año que viene, obra y gracia de ese oscuro acuerdo dominical -casi mejor no imaginarse la escena ni lo que había sobre la mesa- entre Sanz y Jiménez. Lo que ni uno ni otro se atreven a decir a la gente es que por primera vez en nuestra historia la deuda sufraga el gasto corriente, desbocado reflejo de un modelo político que agoniza. En época de Urralburu, al menos el déficit fue causado por la regularización del Convenio Económico y por las obras que entonces menudearon, como las rondas de Pamplona o la autovía del norte. Ahora, el duo representante de la vanguardista Escuela Económica Lugareña ve pasar el tiempo que queda hasta las elecciones gastando el dinero que no existe y haciendo propaganda “anticrisis”. Y nada, a esperar “oído cocina” a que llegue la siguiente ocurrencia de Zapatero. Para eso queremos la foralidad.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¡Gracias!

La Comisión Organizadora del Congreso del Partido Popular de Navarra confirmó que han sido entregados los avales de los afiliados en número suficiente como para poder presentarme a la presidencia del partido. Lo primero que corresponde hacer es agradecer a todos quienes los han firmado por la confianza que me prestan, y el modo responsable en que han entendido que debían participar como afiliados en este momento tan importante. También quiero agradecer el trabajo de quienes han colaborado en esta labor durante la semana, llamando a los afiliados que conocían y recogiendo las hojas de firmas. Creo que todos hemos vivido un momento de vitalidad política que espero veamos prolongarse en todo nuestro futuro.

El proceso de recogida de avales es una muestra de la democracia interna que practicamos en este partido. Cualquier militante ha podido presentarse. Quienes lo hicimos estábamos sujetos a las mismas normas de funcionamiento, que en mi caso he respetado de manera absoluta. Precisamente, cumplir con las exigencias reglamentarias es lo que garantiza la igualdad de oportunidades y el cariz democrático del proceso. Normas iguales nos hacen iguales, y suponen la expresión esencial de nuestra democracia interna. No se puede, por tanto, desacreditar el proceso cuando se incumple lo prescrito para todos por igual.

Soy consciente de que lo que hemos vivido en los últimos días no ha sido todo lo pacífico que debiera. La Comisión Organizadora ha mostrado su indignación por el comportamiento de la otra pre-candidata. Yo, en este momento, sólo quiero decir que comparto esa indignación. Aun así, no voy a detallar ni calificar en mayor medida el comportamiento de la pre-candidata desde que anunció sus pretensiones. Podría hacerlo con profusión de detalles y aspectos. Pero creo que no debo. En el camino que he iniciado hacia la presidencia del partido tengo la obligación de propiciar la unidad y la participación de todos en este proyecto, porque sé que es posible que todos podamos aportar cosas valiosas en esta labor. Desde esa responsabilidad sigo con la mano tendida para todos los que quieran trabajar lealmente, porque a todos nos conviene hacer así las cosas. No rechazaré ninguna aportación. No es momento, por tanto, de revivir el pasado, sino de mirar ambiciosamente hacia el futuro.

Quisiera que los días que quedan hasta el congreso los aprovecháramos bien. Un error de los partidos políticos es mirarse mucho a sí mismos y no mirar más a la sociedad a la que deben servir. Debemos esforzarnos en crear unas buenas ponencias que condensen nuestras ideas, y en utilizar el congreso para mostrar la capacidad que tenemos de aportar cosas positivas a la vida cotidiana de la gente. Se trata de fortalecer Navarra y España fortaleciendo nuestra libertad y capacidad de obrar en conjunto. De aquí al día 12 quiero reunirme con todos los afiliados para comentar abiertamente en qué puede consistir este proyecto, y cómo hacerlo fértil para la sociedad a la que nos debemos.

jueves, 29 de octubre de 2009

“Para lo que me queda en el convento, me cago dentro”


El panorama de una semana cualquiera en Navarra, al hilo de las cosas que pasan.

La Consejera de Bienestar Social ha anunciado que va a subvencionar a los jóvenes que se quieran sacar el carné de conducir. Las autoescuelas de Navarra son las más caras de España, según se ha evidenciado en diversos estudios de asociaciones de consumidores. En lugar de buscar una manera de reducir esos precios -tal vez convenga la intervención de la Comisión Nacional de la Competencia- la opción facilona es dedicar dinero público al tema, porque sí, porque no se sabe hacer otra cosa. Lo más probable es que la subvención no mejore un ápice la economía de los jóvenes, sino que fomente el alza sucesiva de los precios de las clases. Igual pasó con la genialidad de subvencionar la compra de televisores. Parece que la consejera del ramo, cuando llega al departamento por la mañana, pregunta “¿nos queda algo por subvencionar?”. No es la única que muestra ese tipo de habilidades políticas, aunque sólo ella pudo albergar el mérito de ser la segunda en la lista al Parlamento por UPN en 2007.

El miércoles, en la revista de prensa de “Herrera en la onda”, a eso de las 6:40 de la mañana, la primera noticia a la que se hizo referencia es el escandaloso desfase económico del circuito de Los Arcos. Claro que era noticia nacional. Lo es la estulticia del que tuvo la idea y también la del que no la supo gestionar. El circuito nació de una iniciativa de la sociedad pública Sprin, juguete creado por Francisco Iribarren después de que se cobrara el dinero de la venta de EHN y se empleara la mitad del mismo en la compra de acciones de Iberdrola, uno de los asuntos más desvergonzados de los últimos años. Sprin nació en los tiempos en los que algunos pensaron que podían jugar a empresarios de vanguardia con el dinero de todos. No miren su página web, porque no encontraran una mínima memoria financiera, ni ningún reporte de actividad. Sólo unas fotitos. Pues ya tenemos circuito, aunque ahora no sepamos qué hacer con él.

El PSN pide que se gaste más dinero, dinero que no existe. El presupuesto de Navarra se debe aumentar un 3%, a pesar de que los ingresos han caído a niveles menores de los de 2006. Da igual. La legislatura terminará con más de 1000 millones de euros de nueva deuda, y subiendo. Se negocia al alza como si nada pasara, mientras en el País Vasco el PSE y el PP han pactado reducir el presupuesto el 10%. Lo de aquí es el producto de la línea política del PSN en su década y media de oposición. Siempre han intentado hacer ver que hay dinero de más para gastar. Si ahora tuvieran la capacidad de entender mínimamente lo que nos dicen tozudamente los números, reconocerían que su paradigma es falso. Pero el problema no es sólo ese socialismo de efluvios. Lo es fundamentalmente quien brinda acogida a sus invectivas, sin ponerles coto aunque sea consciente de la insolvencia e irresponsabiliadd de lo que piden. Es ese mismo que debe estar pensando, como reza el refrán ribero, “para lo que me queda en el convento, me cago dentro”.

Coda relativa al nivel político que tienen algunos. Hay quien me ha pedido que conteste a Roig, que el otro día en un articulillo me mencionó para injuriarme, con bastante poca originalidad y destreza. No voy a replicarle, de momento. Si lo hiciera contaría las razones de su inquina, y debería referirme a aquella tarde de 1996 cuando se me ofreció, lamelibranquio, para ser director general de salud. O podría hablar lo de la farmacia que él sabe. Me quedo con algo que dijo Lizarbe el miércoles en una tertulia radiofónica. “Roig fue propuesto por los sindicatos mayoritarios y la CEN para ocupar su puesto, y lo está haciendo muy bien”. Ahora comprendo lo de la subvención de más de 8 millones de euros que se asignó a esos mentores el año pasado, según noticia aparecida recientemente.

Pues así nos va la vida.

martes, 27 de octubre de 2009

Aval para la candidatura.

Los afiliados del Partido Popular de Navarra que quieran avalar mi candidatura pueden descargar el impreso en la dirección http://public.me.com/santiagocervera

Cada afiliado sólo puede avalar a un precandidato. El plazo finaliza el próximo martes al mediodía.

Una vez firmado, se me puede indicar dónde puedo pasar a recogerlo. Se puede contactar conmigo a través de cualquiera de los sistemas que aparecen en www.santiagocervera.tel

Gracias a todos.

lunes, 26 de octubre de 2009

Solicitaré los avales a los afiliados para presentarme a presidente del Partido Popular de Navarra


He conocido hoy la próxima convocatoria del Congreso del Partido Popular de Navarra, y he tomado la decisión de recoger los avales reglamentarios para optar a la elección como presidente.


Seguramente ya no es momento de cavilar sobre las razones de índole personal que dejó atrás después de tomar esta decisión. El motivo fundamental por el que doy este paso es el convencimiento de que Navarra merece contar con una opción política como la que representa el Partido Popular, y yo quiero contribuir en la mayor medida de mis posibilidades a ello. Navarra necesita un partido que sepa defender valores e ideas claras, que se encargue de aportar soluciones a los problemas de las personas, y que esté en condiciones de revitalizar el debate político y la labor institucional.


Nuestra opción es una opción liberal y avanzada, en la que entendemos la política como un cauce de participación social. Una opción que se justifica en sí misma, no en contra de nadie. Una opción en la que la mayoría de la sociedad navarra pueda verse representada, y en la que podamos mostrar cada día que la política es capaz de mejorar el bienestar actual de las personas, y así podamos ganar entre todos un mejor futuro. Somos una opción política que no está sujeta a atavismos, ni a componendas, ni a intereses opacos. Somos una opción política tolerante e independiente, que sólo está vinculada al compromiso democrático que expresen libremente los ciudadanos.


Soy consciente de las dificultades que tenemos por delante. Pero también estoy convencido de que nuestras ideas y actitudes son más necesarias que nunca. El amor por la libertad; la creación de riqueza y empleo como garantía del bienestar de la propia sociedad; nuestra participación desde Navarra en el proyecto de España y de Europa; el respeto a la persona; la apertura a la innovación y la mejora de las oportunidades de todos; son elementos sustanciales que nos definen y dan sentido a nuestro trabajo. Y por eso quiero que el proyecto popular sea mayoritario en Navarra, porque es el único que garantiza progreso y bienestar para todos.


Quiero un partido que tenga la puerta abierta, las ventanas abiertas, y la mente abierta. Quiero que seamos un partido innovador, avanzado y reformista. De base social amplia, no un partido que se conforme con ocupar un pequeño nicho social. Un partido que permita a la sociedad canalizar sus ambiciones, y que trabaje siempre con lealtad a los ciudadanos y transparencia ante la opinión pública.


Navarra sufre actualmente un modelo político marchito, agotado. La distancia entre la política y la ciudadanía es cada vez mayor. El Partido Popular está aquí para ser decisivo dentro de 19 meses -poco más de 500 días-, los que quedan para las elecciones forales y municipales. Debemos ser conscientes de que podemos significar mucho en el futuro de la Comunidad Foral, y ello nos debe ocupar desde este mismo momento. A partir de ahí, sabremos también hacer España haciendo Navarra, y podremos mostrar que nuestra foralidad es un marco enriquecedor para todos.


Solicitaré los avales de los afiliados de Navarra para poder presentarme a presidente. Creo que todos cabemos en este proyecto, y mi intención es que todos los que quieran contribuir lealmente en este empeño puedan desarrollarse en él, los actualmente afiliados y los que lo puedan hacer en el futuro. Espero contar con la confianza de todos los miembros del PP en Navarra, a los que quiero servir igual que al resto de nuestra sociedad. Comprometo toda la dedicación y el esfuerzo que sea necesario para que entre todos podamos ser un partido de éxito en una sociedad que progresa.

sábado, 17 de octubre de 2009

Sobre el Debate del estado de la Comunidad.



El Debate sobre el estado de la Comunidad fue una ocurrencia del Partido Socialista de Navarra en los tiempos en que era dirigido por Juan José Lizarbe, y se presentó como una ampulosa manera de “revitalizar nuestra democracia”. Aunque en el fondo, como se ha visto, sólo es un pretexto para intentar mostrar una vez al año la pose corporativa de cada partido e intentar colar en la opinión pública más propaganda política. El Debate tiene nula tradición institucional en Navarra, y apareció como un remedo de los que se desarrollan en otros parlamentos con bastante menos historia que el nuestro. La edición de este año ha vuelto a demostrar la inutilidad que tiene para generar ideas o dinámicas políticas que sirvan para algo a los ciudadanos. Su desarrollo apenas ha generado novedad alguna. Sufre los síntomas de la endogamia política y no ha tenido utilidad para reducir la creciente brecha que existe entre la vida usual de la sociedad civil y el imaginario político.

Carente de novedad y distante de la realidad, el Debate es un modelo ya agotado. Lo que sería conveniente es plantear que el Parlamento foral modificara su reglamento para propiciar debates sectoriales sobre asuntos de actualidad, y empleara su tiempo en hacer que el discurso político fuera más concreto y menos elusivo de los desafíos y realidades sociales.

A 19 meses del final de la legislatura, y en medio de la más grave crisis económica que recuerdan varias generaciones, el Debate de este año ha sido incapaz de aportar las soluciones o visiones de futuro que tan necesarias se hacen. Todo se ha resumido en un batiburrillo de propuestas desde el Gobierno, la consideración plenaria de temas recurrentes y la sempiterna apelación al mantra de la estabilidad institucional por parte de algunos.

Una inexistente reforma fiscal.

Las medidas fiscales que planteó el presidente Sanz, a pesar de que son las que han cubierto más páginas informativas, son un mero batiburrillo, un “cherry picking”, una ristra de cerezas que van saliendo juntas sin ninguna coherencia. Ni suponen un alivio fiscal en un momento de crisis, ni van a mitigar los perniciosos efectos de los nuevos impuestos decretados por Zapatero. Ni mucho menos van a a tener efecto en la corrección de la deriva de la crisis o en la creación de riqueza. Algunas de las medidas son antitéticas con las que se pusieron en marcha hace sólo un año (el presupuesto de Navarra para 2009 aumentó la fiscalidad del ahorro, que ahora disminuye, y aplicó la deducción de los 400 euros, que ahora se elimina en su mayor parte), lo que indica claramente la ausencia de una directriz política nítida que pueda guiar la salida de la crisis.

El resultado va a seguir siendo que el año que viene los navarros paguemos más impuestos, decisión de la que son responsables tanto UPN como el PSOE. Y ello traerá más paro y recesión. En términos generales, las medidas propuestas por Sanz son la demostración de que no existe una brújula con la que orientar la recuperación económica. En términos de estrategia política, han sido una cortina de humo con la que aparentar actividad, cuando la realidad de los hechos demuestra la inoperancia del actual gobierno para liderar los retos sociales.


Los asuntos de siempre.


Resulta cansino que la mayoría de las resoluciones aprobadas se refieran a los asuntos en los que los partidos emplean la mayor parte de su tiempo a lo largo del año, sin que se haya añadido nada nuevo a las posiciones ya conocidas. Especialmente llamativas son aquellas propuestas de las que el Parlamento se hace eco tras haber fracasado palmariamente la labor del ejecutivo, como la exigencia de un convenio sobre el AVE, la sede de la IRENA, el juzgado de Tudela o la aplicación de fondos estatales para la dependencia.


La pretendida estabilidad.


De nuevo, el mantra de la estabilidad institucional, al que tan autocomplacientes se refirieron los portavoces del PSN y UPN, ha sido el tópico que ha impregnado todo el debate. La tal estabilidad existe por el mero hecho de que no es posible a estas alturas de la legislatura promover una moción de censura. Y ello viene dado por las obvias circunstancias políticas presentes desde el inicio de la legislatura; es un interés particular de cada uno de los grupos mayoritarios, no una concesión con altura de miras.


En cambio, la tan traída “gobernabilidad” está suponiendo en los últimos años una recurrente disculpa para que el gobierno de UPN no asuma sus responsabilidades, y en cambio sea el PSN el que marque la pauta de todos los asuntos relevantes de la política navarra. La “gobernabilidad” y la “estabilidad” se han convertido en una componenda. Se ha tomado como un fin y como excusa, no como un medio para el progreso de Navarra y como un marco para hacer una política más fértil.


Lo que no se quiso debatir.


La decepción que ha producido el Debate no es sólo a causa de su escasa originalidad, sino especialmente por haber eludido deliberadamente asuntos que sí son cruciales para el futuro de Navarra. Entre ellos hay uno principal, que es la solvencia de las cuentas públicas y el horizonte real de toda la acción institucional. Desde que comenzaron a caer los ingresos fiscales, a mitad de 2008, y hasta el final de la legislatura, Navarra acumulará no menos de 1000 millones de euros de nueva deuda. Es una dinámica insostenible, que además tiene como origen no sólo la recesión económica, sino la incapacidad de los partidos mayoritarios para proponer reformas y medidas valientes de corrección de los desequilibrios financieros de Navarra. Ese sí hubiera sido un tema merecedor de un debate. Pero apenas nada de ello se dijo. Ni siquiera se hizo referencia a las palabras recientes del consejero Miranda, que en un día de lucidez apeló a la responsabilidad de todos para corregir una situación que se hace gravemente peligrosa.

Que el Parlamento no haya querido considerar la gravedad de esta cuestión, con la luz y los taquígrafos que corresponde, es abdicar de su principal responsabilidad. Los partido políticos ya juegan a coger la mejor posición posible de cara a las elecciones de dentro de 19 meses. Ninguno es capaz de aportar ideas y energía para corregir el grave problema económico de Navarra, el de las economías familiares y el de las propias cuentas públicas.


De la misma manera, el Debate no generó ninguna nueva línea de actuación estratégica para mejorar la competitividad de nuestra economía, imprescindible para crear empleo, y reforzar la calidad de los servicios públicos. Y nadie hizo ninguna propuesta para abordar de una vez la necesaria austeridad que se debe exigir a la administración pública. Ni tampoco para aportar sostenibilidad al sistema de protección social, que se enfrenta a amenazas como la incapacidad de financiar adecuadamente la sanidad o la cartera de servicios sociales y el deterioro consecuente de su calidad y equidad. O para garantizar y programar mejor el desarrollo de las obras públicas, o priorizar la inversión en nuevos equipamientos.


Al contrario, fue un Debate enredado en tópicos, que mira puertas adentro, no a la realidad de nuestra sociedad y a los retos que de manera urgente debemos afrontar. Especialmente notable es que Navarra parece conformarse ahora con decir que está algo mejor que el resto de España, cuando la ambición y el ejemplo que nos debería guiar es la de los países y regiones europeas que están ya saliendo de la crisis.

Esto es lo que hay.

El Debate ha mostrado que hay un modelo político que agoniza en Navarra, del que ya no cabe esperar nada más. El conformismo del Gobierno de UPN y la prepotencia del PSN (“Navarra va a rebufo de nuestras propuestas”) pintan un mal panorama. La aplicación mimética en la Comunidad Foral de las calamitosas medidas del PSOE en materia económica hacen presagiar que el paro seguirá aumentando y tardaremos mucho más en salir del marasmo económico. En lugar de promover políticas innovadoras, no hay otra cosa que claudicación en nombre de la “estabilidad”. Navarra necesita un cambio de ritmo, y la aportación de nuevas soluciones que no son capaces de dar los partidos mayoritarios en el Parlamento.

martes, 13 de octubre de 2009

Praxis nacionalista (I)


A estas alturas, poca gente cree que los Presupuestos del Estado para 2010 vayan a servir para nada. Creo que no se recuerda un año en el que las cuentas del estado generen menos ilusión, perdida absolutamente la esperanza de que sean un instrumento que permita vislumbrar la recuperación económica. Por decirlo en pocas palabras, los PGE 2010 son una mezcla indigesta de varios ingredientes nocivos. La estructura presupuestaria es insolvente, como quedó demostrado durante el actual ejercicio, y las partidas principales han engordado inercialmente. Dice el gobierno que son “sociales” por el mero hecho de que dedican una cantidad nunca vista a pagar las prestaciones de desempleo, como es obligado por ley. En cambio, las partidas que sí tenían una cierta repercusión en algunos programas de ámbito social se ven reducidas. El fondo de reserva de nuestras pensiones no recibirá nuevas aportaciones. También sufre un tajo muy considerable el presupuesto de I+D, el paradigmático, el que se supone nos debía orientar hacia una estructura productiva más avanzada. La tijera afecta bastante (y bastante descaradamente) al ministerio de Fomento, pero en cambio se torna en desahogo para sufragar la innecesaria financiación autonómica, que como es sabido consiste en que los gobiernos regionales se hagan más opulentos aun en época de recesión y deuda. El colofón de estos PGE, por lo que sí serán recordados todos y cada uno de los días venideros, es el aumento de impuestos que van a sufrir especialmente las economías más modestas. Todos pagaremos más por todo, y ni aun así el gobierno va a ser capaz de embridar el tigre desbocado del déficit y la deuda, que siempre antecede a la ruina de los países. Con todo ese mejunje en ciernes, no conozco a nadie que afirme sin ruborizarse que los presupuestos puedan servir para lo que deberían servir, para reactivar la economía y aportar soluciones a la crisis.

El PGE 2010 sólo se hace indispensable para la persistencia del propio Gobierno. Deben aprobarse como sea. Su rechazo por el Congreso supondría el final de la legislatura, y con ello acabaría la nefasta época zapaterista. Con la actual inestabilidad parlamentaria los votos que necesita recoger el PSOE van dejándose querer para ver cuánta tajada pueden sacar, en plástica expresión acuñada el año pasado por Josu Erkoreka, el eficaz portavoz del PNV. De momento, el Consejo de Ministros último, celebrado en Canarias, puso sobre la mesa un paquete de 25.000 millones de euros que allanarán el camino para que los dos diputados de Coalición Canaria se agreguen a la mayoría socialista. La praxis nacionalista ya sabemos en qué consiste: pillar lo que se pueda para cada cual, y desentenderse del resto.

En estas, justamente en estas, está UPN. El planteamiento ya es diáfano. Unas enmiendas para el AVE y alguna otra obra, y ahí estará su voto facilitando el trámite de los PGE 2010. Lo mismo da que el efecto final de lo que se apruebe, para el conjunto de los ciudadanos, sea el marasmo económico y un mayor deterioro de la economía española, de la que los navarros no estamos separados. Dame la partidita para la obrita, y yo te doy el voto. Quieren sacar tajada, como Erkoreka. Todo lo demás, justo lo más importante, no importa. En el fondo y en las formas, es la misma praxis nacionalista.

sábado, 3 de octubre de 2009

Los compadres

La misma mañana que el Ministro de Economía y Hacienda trae los Presupuestos Generales del Estado (PGE) al Congreso se distribuye a los diputados un lote de información compuesto por una memoria USB que contiene el proyecto y un libro amarillo que recoge las tendencias generales de gastos e ingresos. Ese día ya podemos comenzar a estudiar lo que el Gobierno se propone hacer, detallado al euro. Lo habitual es comenzar por mirar cómo queda cada provincia o Comunidad Autónoma, las inversiones previstas y su cuantía. En el caso de Navarra hay que reconocer que en todos los últimos años (al menos, todos los que yo recuerdo) la polémica ha estado servida en la diatriba de si se pagan determinadas inversiones o no. Esté quien esté en el gobierno o en la oposición, el lío suele ser parecido. Unos empeñados en demostrar que no hay presupuesto suficiente, y otros manoseando las cifras para avalar lo contrario.

Este año es distinto. De una parte, los PGE son ya tan identificados por su previsión de ingresos como por la de gastos. La causa es que contienen una parte sustancial del aumento de impuestos que Zapatero nos va a atizar a los ciudadanos, tres meses después de decirle a Concha García Campoy en entrevista televisiva que no los pensaba subir. El presidente miente por costumbre y no pasa nada. La otra peculiaridad de los PGE es que para Navarra debieran contemplar los efectos del convenio firmado por José Blanco para la construcción de la Línea de Alta Velocidad que conecte Navarra con el resto de la red. Sanz y Blanco, compadres, decían hace poco más de cuatro meses que la construcción del corredor ferroviario de alta velocidad Pamplona-Zaragoza era una obra que permitiría el "avance" de Navarra gracias a la "concertación". Miguel Sanz agradecía "especialmente su presencia" a Blanco, de quien dijo que es "un hombre de palabra" que "siempre contará con mi respeto y consideración", único responsable del "desbloqueo" de los problemas que "hasta ahora, pese a existir un compromiso, habían retrasado la puesta en marcha del proyecto". En el Protocolo que firmaron los compadres se especificaba que la Comunidad Foral adelantará con cargo a sus presupuestos la construcción del tramo vertebral navarro, y Fomento llevará la línea desde Zaragoza hasta Castejón, imprescindible para conectar nuestra vía con la red general (y, obvio es decirlo, ¡que puedan pasar los trenes por ella!).

Los PGE de 2010 muestran lo que vale la palabra de Blanco, el compadre de Sanz. Y también lo que vale la palabra de Sanz, el compadre de Blanco. El ministro ha eliminado de un plumazo la línea presupuestaria que da soporte a la construcción de lo que se comprometió a hacer. Sin paliativos. Ni en la sección de Navarra ni en la de Aragón aparece el presupuesto necesario. Tan sólo una cantidad (sumando Navarra y Aragón) de 1,2 millones para 2010 y 0,4 para el 2011, que además desaparece a partir de ahí. Ni siquiera sufragaría lo que vale el estudio de las expropiaciones de terreno afectado. En los PGE de 2009 las cantidades eran también escasas, pero al menos se prolongaban hasta el 2012. Ahora quedan rotundamente eliminadas. La mentira y el descaro de Blanco, negro sobre blanco.

Pero los PGE 2010 son, por añadidura, los de la subida de impuestos. De momento, el IVA y la deducción de los 400 euros, que directamente repercuten sobre la clase media española y navarra. A los navarros, al menos nos costará 150 millones de euros, de momento. Dice Sanz que su partido no es partidario de subir los impuestos. Lo dice quien ordenó votar favorablemente el decreto que en junio incrementó los impuestos de las gasolinas (calculando a la baja, 40 millones para las economías familiares navarras), y quien tiene ya pactado su voto complaciente para los nuevos presupuestos.

Sanz y Blanco, compadres unidos (entre otras cosas) por la mentira.

martes, 29 de septiembre de 2009

La centrifugadora


(Versión ligeramente ampliada del comentario que me han solicitado para las emisoras de la Cadena Ser en Navarra)

Aunque algunos oyentes no lo crean, no hace tantos años que personas como Miguel Sanz, Juan Cruz Alli, Alberto Catalán, Jaime Ignacio del Burgo o José Andrés Burguete militaban en un mismo partido político. Hoy nos distribuimos en tres formaciones diferentes, por añadidura mal avenidas. El llamado centro-derecha está fragmentado y busca alelado su recomposición electoral de cara al 2011.

Podríamos enredarnos de nuevo en el relato de cómo sucedió hace un año la ruptura de UPN con el PP y cómo aquello tiene ahora una segunda fase al romper UPN con CDN. Pero sería un mero entretenimiento. Lo que conviene es entender el fondo del asunto. Y para hacerlo hay que recurrir a la famosa "teoría del quesito", que Sanz explicó didácticamente justo después de que los socialistas le permitieran volver a ocupar su despacho tras las elecciones fracasadas de 2007. Según el corellano, el centro-derecha nunca podrá obtener mayoría para gobernar por su cuenta, y por eso hay que hacer todo lo posible, y hasta lo imposible, para ir de la mano del Partido Socialista. Esa fue la más explícita declaración de impotencia política que he escuchado nunca.

El problema del centro-derecho navarro no es cosa de quesitos, sino de sesera. De sesera política, digo, la que le ha faltado a una UPN agotada y acomplejada desde hace años. La centrifugadora expulsó del proyecto upeenita al PP primero y al CDN después, y ello para reafirmar un estado de promiscuidad con los socialistas cada día más impúdica. Para que esta escena haya ocurrido, antes se ha tenido que prescindir de algo mucho más valioso que las meras alianzas tácticas. Lo que desapareció hace tiempo fue la ambición por construir la política desde los principios y las ideas innovadoras. Se ha renunciado al coraje y el esfuerzo intelectual que la política reclama, y es entonces cuando sólo queda la trapisonda.

Sanz se ufana por su poder, Jiménez sonríe por el chandrío, Zabaleta espera y Barcina desespera. La economía empeora y la gente percibe que la política foral se ha convertido en un mundo aparte, cada vez más opaco y tontuno. La legislatura, se quiera reconocer o no, está ya vencida. Quedan lo que en el baloncesto llaman los minutos de la basura. Quedan los meses de la basura, por mejor decir en este caso. Habría que parar la centrifugadora, sacar la colada y cambiar el electrodoméstico averiado por otro más moderno.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Un pacto para 50 años


Hace justo un año me vi inmerso en la vorágine que supuso la decisión de Miguel Sanz de romper el pacto que UPN mantenía con el PP. Debió ser por estas fechas cuando recibí una llamada amenazante en la que se me increpaba por la actitud que tomé, la de la defensa de un modelo político que sólo había traído cosas buenas para partido en el que entonces militaba. Me ahorro decir quien era el interlocutor, para que nadie diga que desvelo conversaciones supuestamente privadas. Pero sí interesa recoger ahora algo de lo que escuche, entre aquella sarta de imprecaciones. Se me incriminaba por no entender en qué consistía el cambio estratégico decidido por Sanz, y de estar arruinando la posibilidad de generar un nuevo modelo político de la mano del Partido Socialista. Y se me espetó que el problema no era aprobar unos determinados presupuestos en Navarra -a esas alturas de la legislatura, algo ya zanjado- sino facilitar la racionalidad para todos los demás asuntos legislativos. Y se me citó expresamente la posible modificación de la ley del vascuence, que se acababa de presentar desde IU. “A mi lo que me importa es que no nos jodan cada vez que se presente algo al Parlamento. Por eso necesitamos todos los días al Partido Socialista, y así será en cualquier futuro que imaginemos. ¡Te quieres cargar la posibilidad de que establezcamos un pacto de gobernabilidad para los próximos 50 años! ¡Te quieres cargar el futuro de Navarra!”.

Juro que no exagero, juro que recuerdo textual la afirmación. 50 (cincuenta) años. Pensé aquel día que al cabo de ese tiempo probablemente la democracia representativa debería haber cambiado lo suficiente como para que las actitudes caciquiles no pudieran apropiarse de las decisiones libres de los ciudadanos. Incluso los parlamentos acabarán siendo prescindibles dentro de medio siglo, creo, y quienes entonces vivan verán una democracia verdaderamente directa. Pero aquel que me acusaba de arruinar tanto apacible futuro seguro que en realidad pensaba que su actitud prepotente y opaca sería la norma política de cualquier tiempo que nos esperara.

Acabamos de ver que aquellos pretendidos 50 años no han sido ni siquiera 50 semanas. Quien facilitó en el Parlamento de Navarra la modificación de la ley del vascuence fue el Partido Socialista. Era quien decidía. Sólo de él dependía. El mismo Partido Socialista que recibió hace poco el mayor pago que podría imaginar para, supuestamente, dejar que Sanz gobernara sin sobresaltos lo que quedaba de legislatura. La legislatura del gran fracaso político del todavía presidente. Ni por esas. El PSN perpetró bajo su exclusiva responsabilidad la toma en consideración de una norma que sólo va a servir para que los contribuyentes subvencionemos en mayor medida la penetración ideológica que se apoya en el euskera. Justo lo que se me dijo que se podría evitar pagando el precio de la traición a los compromisos que nos eran inherentes a quienes hasta hace un año componíamos UPN.

En medio del fárrago aparece un providencial e ingenuo CDN, mera figura de atrezzo en la sordidez de esta obra. El show de llevar al Parlamento los decretos de cese de los consejeros convergentes –propio de una república bananera, todo sea dicho- distrae la atención de lo principal. Lo que se supone que correspondía al momento era mandar a esparragar a los socialistas, los verdaderamente decisorios en la votación. No ocurrirá. Jiménez seguirá siendo quien tome las decisiones importantes y marque la pauta política de una Navarra que se arruina económicamente, se depaupera políticamente y carece de una opinión pública lo suficientemente tajante como para parar tanta sandez. Quienes se parapetan tras las llamada gobernabilidad lo hacen para encubrir cualquier cosa y para no comprometerse con la decencia intelectual y actitudinal que la política debería merecer. Gobernabilidad es modificar la ley del vascuence, no saber qué hacer con los presupuestos, ofrecer espectáculos bananeros y mantener al ejecutivo en una crisis permanente de mediocridad. La gobernabilidad eres tú, Roberto. La gobernabilidad eres tú, Miguel.

martes, 22 de septiembre de 2009

Sexo al contado (artículo publicado en Diario de Navarra en julio de 2007)


Nuevamente se leen noticias sobre cómo los legisladores pretenden erradicar la prostitución. Sin duda, es un asunto recurrente, que se eterniza y se muestra correoso para la actuación política. Lo último ha sido proponer que los periódicos no publiquen anuncios de contactos sexuales. Es verdad que algunos diarios son una auténtica guía de la prostitución, con la que colaboran y de la que reciben magros ingresos. También es cierto que los países que prohíben este tipo de publicidad lo único que consiguen es desplazarla hacia otros canales, como se comprueba en los afiches que empapelan las cabinas telefónicas de Londres. Nadie creería que con sólo esconder el mercado de sexo, éste vaya a desaparecer.

En términos políticos, el comercio sexual se suele mirar con apriorismos y sin demasiada originalidad. Muy pocos gobiernos se han parado a estudiar en serio el fenómeno con objetividad sociológica. Una buena excepción es el informe "Paying the Price", publicado por el Home Office británico hace un par de años. En él se analiza pormenorizadamente qué supone socialmente la prostitución, pero no se exponen soluciones taxativas contra ella. En el plano de las gamas políticas, tampoco hay ninguna novedad. En la derecha conviven una visión prohibicionista y puritana, la más conservadora, con otra liberal, proclive a consentir sin limitaciones. Desde la izquierda se suele mirar a la prostituta como una víctima de la sociedad, que vive en la vecindad de la drogadicción o la delincuencia. En unas y otras visiones imperan los prejuicios y escasea el realismo.

Hasta hace unos años, los países de nuestro entorno habían intentado acotar la prostitución sólo en la medida en que afectara al orden público. En la década de los 90 la tendencia era tolerar el fenómeno, procurando disimular sus actividades en la vía pública. Así se cometía la injusticia de penalizar a quien ofrecía sus servicios sexuales, pero no a quienes los adquirían. Últimamente la actitud social viene cambiando. Ahora lo que se plantea es erradicar la prostitución por su mera naturaleza, aplicando variadas prohibiciones. En Suecia, la compra de sexo es delito desde 1999, aunque se haga en la intimidad de un acuerdo entre adultos responsables. En Francia también es delito cuando exista vulnerabilidad de una de las partes. Reino Unido estudia cómo endurecer su legislación. En Holanda, Alemania o Australia el trabajo de las putas y los chaperos es absolutamente legal.

Cuantitativamente se conoce poco de la demanda de prostitución en países desarrollados. La revista científica Lancet publicó un estudio en el que se afirmaba que los usuarios de estas transacciones pasaron de ser un 2,1% de la población entre los 16 y los 44 años en 1990, a cerca del doble diez años después. Cualitativamente, los flujos migratorios hacen que en nuestro entorno cuatro de cada cinco prostitutas sean extranjeras, lo que también induce que bajen los precios de sus servicios. La idea de que la mayoría de los que se dedican a la prostitución –sea masculina o femenina- provienen de la marginalidad o de redes de traficantes es falsa. Precisamente por eso, criminalizarla es abocarla a un inframundo al que no pertenece necesariamente.

La prostitución es un mercado que también se ha globalizado con rapidez, pero que moralmente cuesta entender sólo bajo la óptica de las reglas comerciales. Si dos personas adultas conciertan un precio por el que uno de ellos compensa al otro a cambio de mantener relaciones íntimas, ésta no debería ser una conducta que incumbiera a la sociedad. La trata de blancas o el abuso sexual infantil son cosas bien distintas. Aunque parezca indecoroso, legalizar la prostitución es la mejor manera de alejarla de este tipo de delitos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Los nuevos impuestos en Navarra


Según datos del INE, el PIB de Navarra está algo por encima de los 18.000 millones de euros. Todavía no conocemos en que va a consistir la subida de impuestos anunciada por Zapatero –de momento sólo se ha lanzado una colección estupefaciente de globos-sonda relativos a todas las modalidades impositivas- pero sí se ha anticipado que la nueva imposición supondrá al menos el 1,5% del PIB. El cálculo consecuente es sencillo. Los navarros pagaremos, como poco, 270 millones de euros más en impuestos cada año venidero. Son, para no perder la perspectiva, 45.000 millones de pesetas. Pero para no perder tampoco la perspectiva histórica, es la mayor subida impositiva que hayamos sufrido nunca los navarros. De golpe, sin anestesia. Un matemático asalto al bolsillo.

Subir los impuestos en época de recesión es una barbaridad. Supone de facto hacer que las economías familiares pierdan capacidad adquisitiva, retraigan el consumo y con ello dañen la producción industrial y de servicios. Es la medida más contraindicada en plena crisis. Pero es la única que se les ocurre a quienes tienen como fundamental pieza de su repertorio el incremento de gasto público, sea en Moncloa o en Carlos III.

Porque las cosas no son muy diferentes en un sitio que en otro. Ambos gobiernos, el navarro y el de España, han despreciado cualquier petición de austeridad que se les haya hecho. Ambos soportan el mayor organigrama de sus respectiva historias, el mayor número de vicepresidentes y ministros / consejeros. Ambos desafían prepotentemente la lógica que impone a las familias y empresas restringir sus dispendios en tiempos de crisis. Ambos sólo entienden la función de gobernar como la mera generación de gasto y actividad recurrente. Ambos son de mirada corta, mediocres e incapaces de comprometerse en cualquier esfuerzo que les pueda costar la más mínima micra de impopularidad.

El estrambote lo acaba de poner en Navarra el consejero Miranda, una auténtica deshonra para la saga de buenos consejeros en la materia que años atrás le antecedieron, los Asiain, Jiménez y Aracama (y ahí debemos parar). Ahora Miranda habla de que hay que acordar con el PSN un horizonte de estabilidad para las cuentas públicas porque “si no ponemos rigor hoy, habrá graves problemas en el futuro”. Lo dice el mismo día en que reconoce que el déficit corriente del año pasado superó los 200 millones de euros. Lo dice quien planea nuevo endeudamiento para el año próximo por otros 500 millones de euros. Lo dice quien ha expresado su deseo de endeudarse “hasta el límite que nos permitan”, y ha reclamado el aumento de ese techo. Lo dice quien la semana pasada afirmaba que reducir consejerías era el chocolate del loro del presupuesto. Lo dice un frívolo “bien mandao”, alguien que tácitamente ya reconoce la razón que teníamos quienes dijimos hace meses que el problema de viabilidad política de Navarra era el propio problema de la insolvencia de sus cuentas públicas.

Pero además, oiga, ¿qué es eso que ustedes llaman gobernabilidad? A poco más de un año de que finalice la legislatura, ahora reconocen que no han hecho lo más importante. Unos y otros sólo se dedicaron a jugar con la poltrona.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Cuatro comentarios sobre el debate económico


UNO: de golpe, el 1,5% de la riqueza del país se lo pillan los socialistas como nuevos impuestos. Entre 12.000 y 15.000 millones de euros, ni siquiera se tomaron la molestia de concretarlo. Y lo peor es que no va a servir nada más que para empobrecer al país. Sin un modelo de crecimiento y un gobierno que sepa generar confianza, será imposible generar más riqueza y nutrir las necesidades del estado. España ya está pagando con deuda pública su gasto social.

DOS: Zapatero contesta a la vez a los dos representantes navarros en el grupo Mixto, UPN y NaBai. Incluso en ocasiones equivoca lo que dijo el uno y lo que dijo la otra. Es lógico. La presencia en el Mixto te garantiza la foto en el periódico, pero políticamente estás a merced del utilitarismo con que te quiera manipular el que gobierna. Dúctiles y maleables, los del Mixto cuentan en la medida en que sirven para montar una mayoría. Política meramente táctica, política de cabotaje. Que nadie les pida nada más.

TRES: dice Zapatero que no es dogmático en materia económica. Que a veces hay que subir los impuestos, y a veces bajarlos. Que en ocasiones hay superávit, y en otras hay déficit. Habrá quien quiera interpretar este modelo económico tan naif como una aportación original al mundo complejo en que vivimos. Nada de eso. Es todo pura improvisación, pura inconsistencia. Trilerismo. No admite análisis alguno. Es la causa por la que vamos a la deriva.

CUATRO: llega la mayor subida de impuestos de la historia de España. El problema no es sólo ese. Me lo contaba un diputado a al salida: “El sistema ahora funciona de la siguiente manera. El Banco Central Europeo ha puesto a funcionar la máquina de hacer billetes. Cuando los imprime, los pasa a los bancos centrales, que los utilizan para adquirir la deuda pública que emiten los propios estados. Con el dinerito fresco que sale de la máquina, vamos capeando la situación. Pero dentro de quince días hay elecciones en Alemania, y lo más lógico es que haya un gobierno de Merkel con los liberales. Ese día las cosas cambian. Los ahorradores alemanes son los que están dando soporte tácito al tinglado, y están hartos de que sólo se lo paguen al 1,5%. Van a coger a Trichet del cuello y le harán parar la máquina, para que puedan subir los tipos. Esto será en enero. Y entonces sí estaremos perdidos.” En versión pedestre, yo lo digo de otra manera. Vamos directos de la crisis a la ruina.